Antonio Briseño fue el capitán de la selección mexicana Sub-17 que bajo el mando de Raúl Gutiérrez se consagró en el Mundial de México 2011 tras vencer a Uruguay en la Final por 2-0 con un tanto del Pollo.

Ocho años después de aquella conquista, el flamante refuerzo de Chivas se reencontró con el Potro, reencuentro que fue registrado por las cámaras de Televisa.

El futbolista y el entrenador tenían una cena pendiente y Briseño aprovechó su regreso a Guadalajara para cobrar la promesa.

Además, Gutiérrez aprovechó para contar una divertida anécdota y explicó por qué Briseño ya puede llamarlo “Potro”.