Guillermo Sepúlveda Rodríguez, legendario defensor de las Chivas de Guadalajara, fue uno de los precursores del Clásico Nacional del futbol mexicano al ahondar en la rivalidad con el club América tras dedicarles la mítica e inolvidable frase: “con esta tienen, hijos de la chin…“,luego de imponerse sobre los azulcremas en el Campeón de Campeones de1965. Por tal motivo, hoy recordamos la ilustre trayectoria de un ídolo: El “Tigre” Sepúlveda.
El portentoso central del Club Deportivo Guadalajara, conocido como el”Tigre” en su época de futbolista profesional activo debido asu garra y entrega dentro de la cancha, nació el 29 de noviembre de 1934 en la Perla Tapatía y debutó como profesionalen 1951 con apenasde 17 años de edad y disfrutó de una exitosa trayectoria de 15 años en el redil hasta 1966, en los que obtuvo siete títulos y fue integrante del”Campeonísimo”. Además, con la selección mexicana asistió a dos ediciones de las Copas del Mundo: Suecia 58 y Chile 62. Se retiró de manera oficial como profesional en 1969 con el desaparecido Club Oro de Jalisco.
Durante este acontecido año 2020 se cumplieron 55 años deuna de las primeras anécdotas que, de cierta forma, iniciaron la histórica rivalidad entre las Chivas y el América: el día en que el “Tigre” Sepulveda lanzó su camiseta al banquillo de las Águilas gritando fuertes epítetos que acrecentaron la hostilidad ya existente entonces entre ambos equipos y de la que se inmortalizó una frase: “con esta tienen, hijos de la chin…“.
El25 de abril de 1965en el antiguo Estadio Olímpico de México, se definió al Campeón de Campeones de esa temporada entre el Club Deportivo Guadalajara y el América. Como era de esperarse, el duelo fue sumamente friccionado, y en uno de aquellos choques, el “Tigre” Sepúlveda fue expulsado tras terminar una jugada a golpes con Alfonso Portugal. La sentencia al jugador de las Chivascalentó aún más los ánimos dentro de la cancha, y en su camino a los vestidores, el espigado y portentoso defensor realizó una acción que pasaría a la historia como el inicio de una eterna rivalidad -como ahora la conocemos- entre ambas escuadras.
El “Tigre” Sepúlveda, golpeado, transpirado y furioso, no encontró en aquella ocasión un mejor desahogo que lanzar su camiseta a la banca de los azulcrema y espetar:”con esta tienen, hijos de la chin…“. En 2018, durante una entrevista con El Informador, el legendario defensor aseguró que “en ese momento sentí que era buena idea y pues todos lo siguen recordando, señal de que fue importante. Lo volvería a hacer“.Lo que pasa dentro de la cancha no siempre se queda allíy así lo refirió Sepúlveda, quien nunca superó aquel altercado con el jugador del América, luego de señalar que “jamás platicamos fuera de la cancha, nos caíamos gordos, por lo menos a mí me caía muy mal. Él tenía el defecto de ser hocicón y creído, eso siempre lo voy a sacar a la luz. No nos podíamos ni ver y qué bueno, no me hubiera gustado ser amigo de una persona como él, éramos tan diferentes“.
La cuenta en Twitter dedicada a la historia y estadísticas de los tapatíos @Datos_Chivas nos regaló una hermosa línea histórica de su extraordinaria carrera con la playera rojiblanca:
En aquel entonces (1965) ya la rivalidad entre el América y las Chivas era notoria, y así lo recordó el “Tigre” Sepúlveda en esa entrevista de 2018 con El Informador, al considerar a las Águilas como su principal enemigo tras revelar que” siempre que ellos jugaban contra nosotros había burlas y cosas muy desagradables, cosas no dignas de un partido de futbol. Todo eso, en lo personal, me dolía mucho, por eso a cada rato me peleaba ” y agregó que “ ellos se querían burlar de nosotros y eso era imposible. ¿Quién se podría burlar del mejor equipo de México, de toda la historia? ¿Con qué derecho se burlaban? Hubiera sido mejor respetarnos “. Más que su solidez e ímpetu como defensor, Guillermo Sepúlveda pasó a la historia por su mítica frase, esa que cada mes de abril renace para recordar una de las situaciones más representativas de la fricción que hasta el día de hoy arrastran chivahermanos y americanistas.