Es uno de los mejores. Ramón Morales es aún reverenciado dentro de la afición Chivahermana por su entrega y coraje al momento de defender los colores del Rebaño Sagrado. Hoy cumple 43 años una de las últimas grandes figuras recientes del club y no queríamos dejar de rendirle un homenaje.
Se trata de uno de los jugadores con más apariciones dentro del club, además de ser recordado por su despliegue ofensivo desde el mediocampo. Cada uno de sus ataques fue celebrado por los seguidores del equipo de puros mexicanos.
Por eso recordamos cinco grandes hitos en la carrera de Ramón, el gran capitán.
Debutcon el Rebaño Sagrado un 3 de septiembre de 1999 en un duelo contra los Tecos de la UAG. El equipo era dirigido entonces por el Tuca Ferretti. Antes había jugado en el equipo de su tierra, La Piedad, y en Monterrey. Lo que vino después, fue historia: 10 años en el club, capitán, seleccionado nacional, técnico de Fuerzas Básicas y técnico interino.
El campeonato del 2006. Las Chivas no tuvieron la ronda regular más brillante: de hecho, llegaron octavos y tuvieron que enfrentar a un Cruz Azul con un altísimo porcentaje de efectividad; luego dejaron en el camino a las Águilas y en la final; al Toluca. Impresionante.
Fue capitán desde 2007. La salida de OswaldoSánchez del Rebaño Sagrado en el año 2007 generó el nombramiento de “Ramoncito” como nuevo capitán. Su entrega, sacrificio y liderazgo le hicieron ganarse el apodo del “eterno capitán”.
Representó a México. Morales jugó dos Mundiales representando a México y siendo jugador de las Chivas, lo cual llenó de orgullo a la enorme aficióChivahermana por el país y el mundo. Jugó 64 partidos, anotó 6 goles, jugó en los Mundiales de 2002 y 2006, disputó tres Copas América (2001, 2004 y 2007). Su última aparición con el Tri fue en 2011.
Fue técnico. Lo único que le falta al eterno capitán, es dirigir de manera permanente al Rebaño Sagrado. Pero fue campeón con la Sub 17 y Sub 20 de las Chivas, fue auxiliar técnico del primer equipo y tuvo un interinato. También tuvo un breve paso por las Coras de Tepic. ¿Llegará algún día momento de volver?