Oribe Peralta, nuevo delantero de las Chivas de Guadalajara, se convirtió el lunes en la transferencia bomba de este mercado de pases en la Liga MX y significó además la primera negociación directa en casi dos décadas entre los clásicos rivales del fútbol mexicano.

El atacante, de 35 años de edad, fue traspasado al Rebaño Sagrado por petición propia ante la directiva del club América, que permitió la salida del veterano y este martes anunció la extensión del contrato de Henry Martin con los azulcrema, pero la llegada del ariete a Guadalajara dejó más que solo sorpresa.

Peralta llegó este martes a la Perla Tapatía para realizarse las pruebas médicas de rigor antes de su presentación como refuerzo del Rebaño, algo que directamente no sucedía desde 2001, cuando Joel Sánchez regresó a Chivas tras una par de años con América. “El Tiburón” había pasado nueve años en Guadalajara antes de irse a las Águilas.

La negociación más reciente entre América y Chivas, antes del fichaje de Oribe Peralta, data de 2002, cuando el delantero José Alejandro Navapasó a las Águilas tras un par de años en el Rebaño Sagrado y una cesión al Atlante.