Las Chivas de Guadalajara viven un momento muy complicado en el Torneo Clausura 2025, no solo por el empate frente a Mazatlán que se dio la noche del viernes, sino por la serie de malos resultados que han acumulado desde que asumió las riendas del equipo el entrenador, Gerardo Espinoza al no haber podido ganar en Liga MX.

Aunque el debut del Loco Espinoza fue esperanzador para soñar con repunte importante en el resto de la campaña y de la Concachampions, la realidad es que se han quedado muy cortos en las expectativas y también por algunas actuaciones individuales que están lejos de lo que se observó en torneos anteriores. 

La indisciplina, otro factor en contra de Espinoza 

Desde el partido de vuelta de los octavos de final de la Concachampions ante América, empezaron la serie de indisciplinas dentro de la cancha cuando Alan Mozo se llevó la tarjeta roja mientras apenas arrancaba la segunda parte, lo cual fue clave para la humillante goleada 4-0 de los azulcremas, con todo y que la decisión del silbante pudo haber sido muy rigorista. 

Luis Romo se fue expulsado en Monterrey.

Para el juego de Liga MX contra las Águilas, el mismo Gerardo Espinoza se fue expulsado por un altercado con la banca del rival, siendo parte del mismo problema que lo ha aquejado durante su proceso como DT rojiblanco. Ante Monterrey Luis Romo le dijo de todo al silbante y vio la tarjeta roja para acumular una sanción de dos partidos fuera.  

Frente al Mazatlán, Luis Rey y José Raúl Rangel se fueron a bañar temprano dejando a Guadalajara con dos hombres menos, con lo cual suman cuatro expulsados en siete partidos, lo cual ha sido fundamental para no obtener mejores resultados, pues contra Rayados parecía viable que pudieran emparejar las acciones cuando iban 2-1 abajo, pero la salida de Romo acabó con el sueño tapatío.

Frente a los sinaloenses no fue diferente, ya que la salida de Rey dejó mermada la zaga y en una jugada posterior fue cuando llegó la falta dentro del área de Gilberto Sepúlveda que fue decretada como penalti, es decir, las tarjetas rojas han tenido injerencia en los resultados definitivos de al menos tres partidos.