La carrera de Jonny Magallón en Chivas pudo haber terminado incluso antes de comenzar. En una extensa charla con Chema Garrido, el histórico defensor recordó uno de los episodios más duros de sus inicios en Verde Valle: un momento límite en el que, frustrado por no recibir oportunidades, hizo su maleta y se dispuso a volver a Ocotlán para dejar el futbol profesional. Pero una conversación inesperada cambió su destino para siempre.

Magallón relató que, tras varios torneos viendo cómo compañeros suyos ascendían al primer equipo y él no, sintió que había llegado a su límite. “Me habían encontrado ya con la maleta, ya me iba”, confesó. “Me decidí regresar. Sentía que ya no iba a pasar nada conmigo, que no me valoraban”. Fue entonces cuando, en pleno estacionamiento de Verde Valle, el papá de Marco Fabián y otro entrenador lo interceptaron: “¿Dónde vas? ¿Qué vas para allá? Mira, siéntate, vamos a platicar”, le dijeron antes de convencerlo de que no tirara todo por la borda.

A partir de ese instante, su perspectiva cambió. El propio Magallón reconoció que varias personas lo sacudieron emocionalmente: “Me hicieron ver que llevaba mucho ganado y que iba a empezar de nuevo en Ocotlán… ¿y qué iba a hacer yo allá?”. Otros compañeros también intervinieron: “Va a haber alguien que te valore… no te vayas, ¿a qué vas a tu casa?”, le repetían. Entre ellos, uno de los consejos que más lo marcaron fue el de Efraín Cruz: “En Primera ya te conocen. El fútbol también te debe a ti. No te retires, puedes jugar muchos años y conseguir todo lo que te has perdido”.

Ya con la mente despejada y la decisión de quedarse, Magallón siguió luchando hasta que finalmente llegó su oportunidad. Debutó a los 23 años, en un escenario inesperado: un Clásico Nacional en el Estadio Azteca. “Yo iba caminando y solo pensaba: ‘Ay, que no la vaya a regar’. Era mi primer chance”, contó entre risas. Juan Carlos Ortega le dio la indicación clave: “Vas a entrar por el Bofo… necesito que controles la media cancha y agarres a Cuauhtémoc”. El resto es historia.

Jonny Magallón, agradecido con Chivas

Su perseverancia lo llevó no solo a consolidarse en el Rebaño, sino a vivir noches inolvidables como la Copa Libertadores 2005 y los duelos ante River y Boca. “La vida te premia ese esfuerzo. Le di mucho al fútbol, pero también me regresó otras cosas”, reflexionó. Y todo, gracias a que un día, cuando estaba por irse para siempre, alguien lo detuvo en el estacionamiento.