La Selección Mexicana busca llegar de la mejor manera a la Copa Oro, por lo que programó 2 amistosos. El primero de ellos fue ante Suiza y el resultado no fue el mejor, ya que el Tri se llevó una derrota por 4 a 2. El portero titular elegido por Javier Aguirre fue Raúl Rangel, y el saldo no fue positivo.

La primera vez que el Tala fue llamado a la acción fue a los 20 minutos, cuando una defensa adelantada de México permitió que el centrodelantero rival se filtrara por el medio. Breel Embolo enfrentó a Rangel y lo dejó en el suelo con una gran jugada. Luego de ello, el portero del Club Deportivo Guadalajara mantuvo al Tri en partido con una atajada magistral.

Silvan Widmer remató con pierna zurda desde dentro del área, y el Tala respondió de gran manera con una tapada abajo. Antes de ello, sobre el minuto 34, Suiza llevó peligro a la portería de México con una simple jugada. A través de un balón lanzado por el arquero europeo y un error en defensa obligaron a Rangel a intervenir de gran manera fuera del área, y luego el poste lo salvó.

Hasta allí, el rendimiento del guardavallas rojiblanco era muy bueno, pero luego recibió 3 goles más, teniendo responsabilidad en uno de ellos, principalmente. El segundo gol debería haber sido anulado por un claro offside de los rivales, pero el partido no contaba con VAR, por lo que el tanto fue convalidado.

Raúl Rangel tuvo responsabilidad en el tercer gol de Suiza

El planteo táctico de Javier Aguirre ante Suiza no resultó en lo más mínimo. La defensa jugó muy adelantada y abierta, dejando mucho campo descubierto, y César Montes sufrió ante la velocidad de los rivales. Además, la Selección Mexicana intentó salir jugando, pero lo hizo sin pericia y sufrió en más de una oportunidad.

Rangel fue parte de esos errores de salida, pero en el tercer gol también tuvo mucho responsabilidad al haber dejado descubierto el primer palo. Dan Ndoye definió con pie izquierdo y el Tala no estaba bien parado. Además, intentó parar la pelota con pie y mano, lo que le impidió frenar el balón. Finalmente, llegó el cuarto gol con otro error y una dosis de mala suerte.