Una de las derrotas más duras que recibió el Guadalajara en los últimos 20 años en la Liga MX fue ante Pumas por 7-1 en octubre de 2002. Quien formó parte de ese desastroso momento fue Armando Moctezuma, quien ingresó en el primer tiempo y afirmó que es un verdadero escándalo lo que ocurrió aquella vergonzosa noche.
Sin dudas en el último tiempo el Guadalajara se destacó por tener un papel que está muy lejos de lo que indica su historia. Sin embargo, en el inicio del milenio toco fondo al caer ante Universidad Nacional gracias a un triplete de Edgar Trujillo Reyes y los goles de Álvaro González, Jaime Lozano, Leandro August y Luis Ignacio González Ledesma, mientras que Omar Bravo había igualado el partido parcialmente.
Quien formó parte de aquella noche fue Armando Moctezuma, quien apenas tenía 22 años de edad cuando ingresó en el segundo tiempo. En diálogo en exclusiva con Rebaño Pasión, el Toco dijo que fue escandaloso por el resultado. A su vez, mencionó lo que habló con Omar Bravo cuando volvieron de aquel partido.
“Fue una mala experiencia porque fue un marcador escandaloso, fue una tarde noche muy desagradable. Me tocó en ese tiempo vivía con Omar Bravo, estábamos rentando una casa. Omar iba despegando y yo ya era de la gente que siempre estaba ahí en las concentraciones y ya me tomaban más en cuenta. Ya cuando llegamos a casa decía: ‘No, no puede ser, compadre’. Le decía que no somos tan malos como para que nos haya pasado esto”, recordó.
Y agregó: “Tardamos mucho en asimilarlo. Me acuerdo que esa semana posterior a ese partido este el vestidor era una tumba, todos callados porque no sabíamos qué había pasado. Nos habíamos enfrentado a Pumas en una pretemporada unos meses antes”.
¿Cómo llegó Armando Moctezuma a Chivas?
Armando Moctezuma llegó a Chivas cuando tenía 16 años luego de que lo vieron jugar en Estudiantes de Querétaro. “Mandaron un visor de Chivas a visorear, no a mí, al equipo. Tuve la fortuna de que me eligieron a mí y pues ahora sí que fui a hacer pruebas porque no era como que llegará directo. O sea, ahí fue como llegué a la institución, que era en ese tiempo era la promotora deportiva Guadalajara de con Salvador Martínez Garza”, recordó.
En la misma línea recordó que su entrenador le dijo que querían hablar con él y que estuvo a prueba cada semana. “Las pruebas en ese tiempo en Guadalajara, no sé si aun así lo hagan, llegabas un lunes y para el viernes te decían sí o no. Cinco días. Se llegaba al viernes y me dice el profe Juan Manuel Olague, un profe que lo quiero y lo admiro mucho, me dice: ‘¿Te vienes el lunes?’ Y yo: ‘Ya hablo con mis papás y mejor me voy a quedar otra semana’. Así estuve durante un mes. Pasando el mes, el viernes del mes, me dice el profe. ‘¿Sabes qué? ¿Cómo está tu situación?’. Y le dije ‘La verdad, profe, pues yo no estoy enterado muy bien de la situación, ¿verdad? Pero pues no sé’. Me dijo: ‘No, no te preocupes, yo me encargo de eso’”, recordó.
Y añadió: “Así fue cuando me registraron en febrero y yo en febrero del siguiente año hay un partido amistoso en San Antonio, Texas del primer equipo. A mí me habían visto en enero precisamente en un partido en un clásico contra Atlas y me invitan a entrenar al primer equipo”. Bajo la dirección técnica de Ricardo Ferretti logró llegar a Chivas de Guadalajara.
“En febrero del siguiente año, este, se da ese partido contra Rayados, me llevan y me meten a jugar un ratito. De hecho, me tocó marcar esa vez y ya de ahí en adelante después en la semana, Tuca se me acercó para ver que cómo andaba. Le agradecí por la oportunidad. Te digo que en ese tiempo pues no tomaban en cuenta ni un canterano. Era claro, era difícil. La exigencia pues a la mejor no le permitía o los resultados. Sabemos lo que representa Guadalajara y en ese tiempo pues era todo color de rosas”, cerró.