Las Chivas de Guadalajara asomaron dos semanas muy difíciles, con momentos adversos, una crisis de rendimientos y derrotas en partidos muy importantes para la afición. El entreador Fernando Gago recibió numerosas críticas y muchos pidieron por su salida, considerando que el argentino no estaba a la altura de su antecesor, Veljko Paunovic.

Más allá de que el estratega serbio se marchó tras una abrupta eliminación en cuartos de final, ante Pumas, pocas dudas quedan de que su trabajo en Chivas fue bueno. Veljko Paunovic no sólo llegó hasta una final en su primera campaña al frente del equipo, sino que recuperó una identidad competitiva y accedió las dos veces a Liguilla de manera directa.

La decisión futbolística que sentenció a Velko Paunovic

A pesar de que todavía contaba con el respaldo de la directiva y de la afición, Paunovic decidió marcharse después de la eliminación ante Pumas. Sin embargo, la historia bien pudo haber sido diferente si el entrenador serbio no se encaprichaba con defender la titularidad de Miguel Jiménez.

Wacho Jiménez fue el portero titular de Paunovic (Imago7)

El Wacho nunca terminó de brindar garantías y en esta semana se vio que Chivas cuenta con dos porteros de mejores condiciones. El Tala Rangel fue la gran figura del Clásico Nacional ante América gracias a sus buenas intervenciones; por su parte, Óscar Whalley también mostró un sobrio nivel cuando le tocó jugar por Concachampions.

Pauno apostó por Rangel pero no por Whalley

En medio de las críticas y el flojo desempeño de Miguel Jiiménez, Paunovic sí que apostó por el Tala Rangel como titular, pero este, tras brillar en su debut ante Toluca, resultó lesionado. Allí el entrenador serbio pudo darle la chance a Whalley, pero le devolvió la titularidad al Wacho.

Incluso una vez recuperado Rangel, Paunovic mantuvo a Jiménez, quien ya era visto de reojo por la afición rojiblanca. En la actualidad, queda claro que Chivas cuenta con dos porteros de calidad y que la historia del entrenador serbio en Verde Valle bien pudo ser distinta si le “soltaba la mano” a Miguel Jiménez.