El mal momento de las Chivas de Guadalajara no solo se debe a lo que pueda hacer el técnico, Gabriel Milito, también a las carencias que tiene la plantilla que está muy lejos de ser la mejor del futbol mexicano como lo ha explicado el exjugador rojiblanco, Roberto Gómez Junco, quien puso de ejemplo a Armando González. 

El analista de ESPN y futbolista del Rebaño Sagrado en la década de los 80, le recomendó a Milito que forje un estilo de juego más solidario y con mayor sacrificio para recuperar el balón. No obstante, también reconoció que el plantel cuenta con algunas carencias que se han hecho evidentes en todos los partidos del Apertura 2025. 

“No está entre los seis y siete mejores planteles, pero eso es un problema de varios torneos. Tienen tiempo arrastrando eso en Chivas porque compites con planteles más poderosos ¿Cómo resuelvo eso? Con un juego colectivo mucho más eficiente, con jugadores más comprometidos, todos defienden, todos atacan, más solidarios, partiéndose el alma. Aún así pienso que Chivas merece más puntos de los que tiene y sí, es un discurso gastado”.

Armando González suma tres goles en lo que va del torneo. Foto: Imago7/Alejandro Gutiérrez Mora

“Ha fallado en momentos cruciales, es cierto, le falta quién anote, Sin embargo, en Tijuana metieron tres golazos. Meten a Armando González 15 minutos y mete dos goles, lo meten todo el partido y ya no es el mismo. Falta enriquecer el plantel y mientras no lo enriquezcas tienes que pelear con muchas limitaciones, el sistema de competencia te permite pelear, pero si no fuera por eso no aspirarías a nada”, fue parte de lo que indicó Gómez Junco en Futbol Picante de ESPN. 

¿Cuándo jugó Roberto Gómez Junco en Chivas?

Gómez Junco llegó a las Chivas en 1982 procedente de Tampico Madero. Vivía su mejor momento como futbolista y fue una de las piezas claves para acceder a dos finales consecutivas. La primera la perdieron en 1983 contra Puebla, luego de eliminar al América en Semifinales, lo cual desató una de las broncas más recordadas en los Clásicos.

Al año siguiente el volante ofensivo volvió a disputar una final con los rojiblancos frente al acérrimo rival y para mala fortuna también la perdieron, en la que ha sido la única que han jugado ambos conjuntos. Se fue del Rebaño para 1984 a Puebla donde jugó los siguientes dos años antes de colgar los botines.