El 2 de junio de 2005 se vivió una de las noches más gloriosas en la historia de Chivas al humillar a Boca Juniors por 4‑0 en el Estadio Jalisco, durante el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Esa contundente victoria, con goles de Johnny García, Omar Bravo, Juan Pablo Alfaro y Adolfo “Bofo” Bautista, permitió al Rebaño sentenciar la serie con una extraordinaria superioridad.

La vuelta en la Bombonera se jugó el 14 de junio de 2005 y terminó con un 0‑0 que bastó para que los rojiblancos avanzaran con un global de 4‑0. José de Jesús Corona fue figura bajo los tres palos, destacando sus atajadas en momentos clave ante la embestida de un Boca que intentaba reaccionar ante la humillante desventaja.

El partido de vuelta no solo fue táctico, sino también polémico y tenso. Un altercado entre el “Bofo” Bautista y Martín Palermo derivó en expulsiones, y el técnico Jorge “Chino” Benítez escupió al jugador rojiblanco de manera bochornosa. La situación se desbordó cuando un hincha xeneize invadió el campo y agredió al Bofo Bautista, lo que obligó al árbitro a suspender el partido al minuto 79 por falta de garantías.

La eliminación de Boca en su propia casa significó un golpe de autoridad para el futbol mexicano y para Chivas, un logro inédito hasta ese momento. Además, La Bombonera fue clausurada por tres partidos en competencias internacionales, mientras que Benítez fue destituido de inmediato.

Lo que siguió para Chivas en la Copa Libertadores 2005

Luego de eliminar a Boca, Chivas avanzó a las semifinales, donde se midió ante Atlético Paranaense de Brasil. En la ida, disputada en Curitiba, el Rebaño cayó 3-0, y aunque logró un empate 2-2 en la vuelta en el Estadio Jalisco, no le alcanzó para llegar a la final. Aun así, aquella campaña quedó marcada como una de las mejores en la historia internacional del club.