Hay historias en el fútbol mexicano que comienzan con un instante mágico. Para Wiliam Guzmán, ese momento llegó el 25 de octubre de 2013, cuando Juan Carlos Ortega lo hizo debutar con Chivas y cumplió lo que había soñado: marcar un gol en su primer partido. El tanto, además, lo marcó al minuto 89 ante Monarcas Morelia para empatar el juego. La afición rojiblanca se ilusionaba con la irrupción de un nuevo canterano en el primer equipo.
Sin embargo, la realidad del futbol profesional es mucho más compleja. Pese a ese debut ideal, nunca logró consolidarse en el primer equipo. Sus minutos fueron limitados y pareció aprovecharlos: volvió a anotar ante Tecos por Copa MX y sus números marcan dos goles en siete partidos disputados. Pero aquella quedó a medias y el tiempo lo llevó a buscar su sitio fuera del Rebaño Sagrado.
Su trayectoria posterior lo vio pasar por varios equipos del Ascenso MX y la Liga Premier, desde Coras y Zacatepec hasta Durango, donde consiguió estabilidad y buenos números. En Durango incluso se coronó campeón del Apertura 2021 y del Campeón de Campeones 2022, convirtiéndose en una referencia ofensiva del equipo y consolidando su carrera lejos de los reflectores de la Liga MX.
Hoy, a sus 30 años, es figura en Venados de Yucatán, donde ha logrado retomar el protagonismo y sumar goles importantes. En las últimas tres temporadas -incluyendo la actual- registra 17 goles, los cuales lo posicionan como la gran referencia de su equipo, que en los últimos dos torneos logró meterse a la Liguilla de la Liga de Expansión MX.
Wiliam Guzmán soñó su debut con gol en Chivas
Tras convertir aquel primer gol como profesional tras un centro de Marco Fabián, Wiliam Guzmán dio detalles de cómo había imaginado su debut: “Un sentimiento de una gran alegría por debutar y con gol, pues es un sueño que se me ha cumplido y me siento feliz, por eso no tengo palabras para explicarlo. De hecho sí lo soñé, incluso pensé que cuando debutara debía de meter gol, y ahora ve, gracias a Dios se me presentó y fue tal como lo soñé”, explicó.