André Marioni Ham, uno de los canteranos con mayor proyección en Chivas, vivió en el último año una de las etapas más duras de su carrera. Una lesión de espalda, extraña en su forma pero grave en sus consecuencias, lo obligó a pasar por el quirófano en dos oportunidades y a estar once meses fuera de las canchas.
Todo comenzó durante un partido contra Santos Laguna, cuando sufrió un golpe que terminó siendo mucho más que una molestia. “Me hicieron un ‘banquito’, caí con la cadera y se me durmieron las piernas. No las podía mover. Me asusté muchísimo”, relató el futbolista en diálogo con Rebaño Pasión. “Empecé a decir que no podía moverme, luego me empezaron a hormiguear las piernas como si me hubieran puesto anestesia”.
Pese a terminar la temporada jugando, el dolor persistió. “Con la rehabilitación bajó el dolor, pero la bola seguía ahí”, explicó. Hasta que un día, ya sin poder siquiera levantarse de la cama, los estudios confirmaron el diagnóstico: una hernia de disco que le estaba presionando un nervio. “Sentía ese dolor típico de la ciática, desde la cadera hasta el pie. Y como seguía jugando, cada vez era peor”.
La operación parecía el final del calvario, pero dos días antes de su regreso a la canchas, volvió el dolor. “Me hicieron otra resonancia y salió que el hueco donde habían retirado la hernia se llenó de tejido cicatricial, que otra vez me presionaba el nervio. No podía ni pararme. Me movía como viejito, encorvado”, recordó Marioni, que venía siendo el capitán del Sub-23, pero debió ser operado por segunda vez.
Marioni Ham regresó con Chivas Sub-23 después de casi un año
Sin embargo, Marioni Ham nunca dejó de creer. “Ver los partidos desde afuera me picaba las piernas. Me daban más ganas de jugar. Ahí reafirmé que esto es lo que quiero hacer. Y quiero hacerlo mejor”, aseguró. También valoró el apoyo del entorno: “Fue clave el apoyo de los entrenadores, de mi familia, de mis amigos. Esa gente es fundamental para que no caigas y sigas insistiendo”.
Hoy, ya recuperado, su objetivo es claro: volver a su mejor nivel y ganarse un lugar en el primer equipo. “No quiero conformarme. Siempre quiero más”, cerró con la convicción y el deseo de volver a ser aquella promesa que mostraba proyección con Chivas y hasta llegó a debutar en Leagues Cup.