André Marioni Ham no sabía que esa semana sería distinta. Canterano de Chivas, acostumbrado a entrenar con la Sub-20, recibió un llamado inesperado: iba a entrenar con el primer equipo. Pensó que era algo puntual, que faltaba un jugador y que lo necesitaban solo por ese día. Pero algo cambió.

“Entrené, regresé a mi categoría, y luego me volvieron a llamar. Hicimos un interescuadras, jugué bien, me sentí suelto”, cuenta en diálogo con Rebaño Pasión. Días después, un coordinador le preguntó si tenía sus documentos al día. No entendía por qué, hasta que le avisaron que viajaría con el plantel a Estados Unidos para disputar la Leagues Cup, nada menos que contra el LA Galaxy en el imponente SoFi Stadium.

“Entrené bien, intenso. Y un día antes del viaje me dicen: ‘Van a ir tú, Delgadillo y Nuño'”. Apenas subía al primer equipo y casi no tenía relación con nadie. “Los que más me hablaban eran Chapo y Brizuela, que eran los veteranos y te iban metiendo al grupo”, recuerda.

“Ahí te das cuenta lo que significa el escudo”

Ya en Estados Unidos, Marioni Ham empezó a vivir una realidad distinta e inolvidable. Desde el aeropuerto hasta el hotel, la magnitud de lo que significa Chivas se hizo presente: fans, fotos, autógrafos, medios. “Ahí te das cuenta lo que significa el escudo, lo que mueve Chivas. Empezás a valorar más, a cuidarte, a tomártelo en serio”.

El día del partido no podía pensar en otra cosa: “Me generaba adrenalina solo de pensarlo”. Cuando le dijeron que sería en el SoFi Stadium, se puso a investigar. “Vi que ahí había sido el Super Bowl, que cantó Snoop Dogg… fue impactante”. Durante los entrenamientos, las figuras se multiplicaban: Wherever Tomorrow, Rey Mysterio. Todo era un sueño. “Estás quitándote las botas y al lado tenés a Alexis Vega, que tiene más de 100 partidos en Primera”.

Así vivió su debut con la playera del Guadalajara

Cuando comenzó el partido, Marioni no podía concentrarse. “Solo miraba el estadio, la pantalla gigante”. Pero tras el segundo gol del Galaxy, llegó la señal: el preparador físico le hacía señas, y desde la banca Ricardo Cadena lo llamaba para debutar. “Se me disparó la adrenalina. Me quito la casaca y camino a la banca. Ese trayecto fue eterno. Toda la gente viéndome”. Marioni entró junto a Chicote Calderón: “Me acuerdo que al entrar, vi la pantalla y toda la toma era mía. Entré por el Cone. Toda la emoción al máximo”.

Un marco imponente: así lucía el Sofi Stadium en el debut de André Marioni Ham vs. Los Ángeles Galaxy (Imago7)

Sus primeros minutos en Primera pasaron volando, pero dejaron huella. “Toqué el primer balón y ahí empezó todo”. En una jugada, recuperó el balón en campo propio y arrancó en velocidad por el carril central: “Cuando me acercaba al área, la gente empezó a gritar. En ese momento pensé: ‘Yo quiero hacer esto todos los fines de semana’. Ahí se reafirmó todo el sueño de chico. Dije: ‘No me equivoqué, esto es lo que quiero hacer’”..

La playera de ese día quedó en familia. “La tiene mi papá. Quería cambiar con Douglas (Costa), pero ya estaba todo apalabrado con Vega. El Chícharo también ya la había prometido”. Mientras subía al camión, se tomó un segundo para dimensionar lo vivido: “Vi el túnel, vi al América, a Chiellini… Dije: ‘¿Qué pasó hoy?’”. Ese día confirmó que el sueño que traía desde Casa Club realmente valía la pena.