Por la Jornada 7 del Apertura 2024, las Chivas de Guadalajara cayeron por 1-0 ante América en su visita al Estadio Ciudad de los Deportes. El Rebaño sigue sin poder ganar el Clásico Nacional en el marco de la Liga MX, además de que esta era una buena oportunidad por enfrentarse a un rival que llegaba en mal momento y con varias bajas.
El equipo dirigido por Fernando Gago no pasó de tener mucho el balón; controló el juego durante grandes lapsos, pero careció, por enésima de vez, de ideas, creatividad y claridad para generar situaciones de peligro. Las modificaciones tampoco sirvieron para cambiar el curso del partido, que acabó siendo una dolorosa derrota para el conjunto tapatío.
Fidel Barajas se quedó afuera de la banca
Quizás por la situación de Cade Cowell, que causó baja de último momento, Gago convocó esta vez a más jugadores de lo habitual. Por eso, algunos se quedaron afuera del banco de suplentes. Uno de ellos fue el Vaquero; otro, el juvenil Uziel García, que reforzó al primer equipo desde el Tapatío; lo propio para Daniel Aguirre.
El otro jugador descartado fue Fidel Barajas, uno de los refuerzos para este Apertura 2024. El joven extremo venía de ser convocado a la Selección Mexicana Sub-20, e incluso había jugado todo el complemento en la última presentación del Rebaño, ante Querétaro.
Aquel día, en la goleada rojiblanca, el juvenil de 18 años no logró transmitir demasiado. ¿Le habrán costado caros aquellos minutos? Lo cierto es que sin Cowell, Gago apostó por Pavel Pérez; y en esa posición, prefirió incluir en la banca a jugadores como Carlos Cisneros o Isaac Brizuela, en lugar de Fidel Barajas.
¿Podía ser útil?
Si bien no venía de jugar un buen partido, Fidel Barajas podía aportarle frescura y creatividad a los ataques del Rebaño. América retrasó sus líneas y a Chivas le faltaron ideas para generar ocasiones. El mexicoamericano de 18 años era una opción más interesante que Cisneros o Brizuela, futbolistas que ya han jugado el Clásico Nacional en numerosas ocasiones.
Barajas bien podía haber ingresado por el sector derecho para liberar al Piojo Alvarado, que no pudo gravitar; o incluso, en el lado izquierdo, para jugar a perfil natural y buscar el desborde, en un sitio donde a Yael Padilla se lo vio algo incómodo.