Si algo reclama en la actualidad la afición de Chivas es la falta de inversión para armar la plantilla de los últimos torneos. El Rebaño Sagrado ha gastado mucho menos dinero que sus principales competidores, aunque en un pasado, bajo la gestión de Ricardo Peláez, gastar millones no fue sinónimo de garantías.
En enero de 2020, tras largas gestiones, las Chivas acordaron la contratación de Uriel Antuna, mexicano que contaba con una gran proyección y que tenía un alto costo de su ficha. En aquel momento, el Rebaño Sagrado invirtió alrededor de 11 millones de dólares para abonarle al City Group y al Santos Laguna, quienes eran los dueños de su carta.
Durante su paso por el Rebaño, Antuna no logró colmar las expectativas de la afición. Completó un total de 64 partidos y sólo marcó seis goles, además de nueve asistencias. Como si fuera poco, su paso estuvo marcado por algunas indisciplinas que le valieron numerosas críticas.
Chivas no logró recuperar lo invertido en Uriel Antuna
Tras su salida del Rebaño Sagrado, en intercambio con Roberto Alvarado, Uriel Antuna recuperó su mejor versión con la playera de Cruz Azul. Sus buenas actuaciones lo convirtieron en uno de los jugadores más importantes de la Liga MX, por lo que el interés europeo no tardó en llegar.
Luego de una transferencia frustrada, esta vez Antuna sí regresará a Europa, pues finalmente se acordó su venta al AEK Atenas que dirige Matías Almeyda. El club griego pagará unos 5 millones de dólares por su ficha y el Rebaño recibirá la mitad de ese monto.
Un mal negocio: Chivas perdió una millonada con Antuna
La inversión realizada por Ricardo Peláez no acabó siendo un buen negocio para Chivas. En total, entre la compra y el dinero que recuperó por su venta, el Rebaño salió perdiendo unos 8.5 millones de dólares, por lo que queda a la vista que desembolsar grandes sumas de dinero no siempre garantiza resultados.