En las Chivas de Guadalajara una de las misiones más importantes es portar con orgullo la camiseta, pero no solo dentro de la cancha, también fuera de ella representar a la institución más importante del futbol mexicano con la humildad que se requiere frente a una afición entregada en todo momento y prueba de ello es Fernando el Oso González.
Aunque el mediocampista se puede considerar como uno de los futbolistas menos mediáticos de la plantilla y con un perfil bajo, sus cualidades humanas han reflejado la verdadera cara del Oso, pues en la semana del Clásico Nacional ante América tuvo dos detalles con los chivahermanos que quedarán inmortalizados.
El primer fue cuando al salir de Verde Valle después de un entrenamiento de Chivas, se bajó de su automóvil para dar autógrafos y tomarse fotos con los seguidores que se lo pidieron. Este detalle se viralizó en redes sociales haciendo recordar a un auténtico ídolo como en su momento lo fue Óscar el Conejo Pérez en Cruz Azul, pues solía ofrecer este tipo de acercamiento con sus fans, bajándose de su auto, algo que muy pocos jugadores realizan.
Se confirmó la calidad humana del Oso González
Pero no conforme con eso, el Oso volvió a aparecer en un momento mágico para los más pequeños, ya que estando en la capital del país visitó las instalaciones de un CRIT para jugar un partido con algunos niños con capacidades diferentes junto al entrenador Veljko Paunović, con lo cual queda claro que además de su enorme talento sobre le césped, tiene esos detalles que lo pueden convertir en un ídolo de verdad.
Fernando González es canterano del Rebaño y es una de las piezas claves para el equipo en la media cancha, pues cada vez que el estratega serbio decide sacarlo se hace muy notoria su ausencia, al grado de que no hay ningún elemento que lo pueda suplir con la misma eficacia, así que el Oso atraviesa por el mejor momento de su carrera.