Un grupo de aficionados de las Chivas de Guadalajara, después de la victoria 2-1 sobre Juárez en el partido de la décimo quinta jornada del Torneo Apertura 2019 de la Liga MX, fueron objeto de maltratos por parte de la fuerza pública de Ciudad Juárez.

Luego de que el Rebaño Sagrado consiguiera finalmente un triunfo como visitante para cortar una racha de 14 fecha sin ganar en esa condición, los Chivahermanos se instalaron a la salida del autobús tapatío en el recinto fronterizo para ovacionar a su equipo, situación que transcurría de forma normal.

El arribo de un número importante de agentes de la policía tornó hostil el ambiente en el Estadio Olímpico Benito Juárez, por orden del personal del club fronterizo, con la intención de vaciarlo y no tuvieron una mejor forma de lograrlo que incurrir en excesos del uso de la fuerza.

Con el pretexto de agilizar la salida de la delegación rojiblanco del recinto de Juárez, las autoridades recurrieron a linternas y sirenas de patrulla para "aullentar" de muy mala manera a los aficionados, incluso detuvieron a algunos por unos cuantos minutos, sin una razón.