Las Chivas de Guadalajara comenzaron una nueva etapa con Gabriel Milito como entrenador. De cara al próximo Apertura 2025, uno de los interrogantes pasa por saber qué papel le dará el estratega argentino a algunos de los jugadores más importantes de la plantilla. Uno de ellos, sin dudas, es Roberto Alvarado.

El Piojo es uno de los futbolistas más talentosos de la nómina rojiblanca y quizás el más determinante en el último tercio del campo. Sin embargo, de cara al próximo torneo su función podría cambiar de forma significativa con el nuevo esquema que caracteriza a Gabriel Milito.

Roberto Alvarado viene de un deslucido semestre con el Rebaño Sagrado: ¿Volverá a su mejor nivel? (Getty Images)

El flamante entrenador del Rebaño es un estratega de convicciones claras. Durante su carrera, mostró cierta predilección por formaciones con tres defensores centrales, dos carrileros largos y muchas variantes de pase por dentro. En esos sistemas –principalmente el 3-4-1-2 o el 3-4-2-1-, los extremos tradicionales no tienen demasiado espacio.

Las bandas de Chivas, entonces, apuntan a estar reservadas para los laterales-volantes, como podrían ser Alan Mozo y el inminente refuerzo Bryan González, dos carrileros de características ofensivas. Esto abriría una nueva puerta para el Piojo Alvarado.

Piojo Alvarado podría ser el nuevo “enganche” de Chivas

Habitualmente, el ’25’ rojiblanco se desempeña como extremo derecho, buscando recortar hacia el centro para su zurda. En el sistema de Milito, el Piojo podría reconvertirse en una especie de mediapunta libre, ya sea detrás de los delanteros o compartiendo zona con otro ofensivo, como lo pueden ser Efraín Álvarez, Hugo Camberos, Yael Padilla o Cade Cowell.

Posible alineación de Chivas en el Apertura 2025 (Share My Tactics)

Alvarado ya jugó centralizado con Fernando Gago

Este rol, mucho más centralizado, le permitiría a Alvarado estar cerca del área, recibir entre líneas y ser el nexo creativo que muchas veces necesitó Chivas. Incluso podría recuperar sensaciones que mostró durante algunos partidos del ciclo de Fernando Gago, cuando jugó como interior adelantado, aunque luego esa apuesta no tuvo continuidad.

Ahora, con Milito, esa podría convertirse en la zona natural para el Piojo. Más participación, más libertad y menos obligaciones defensivas por banda. Un lugar desde el que pueda volver a marcar diferencias, algo clave para un equipo que necesita recuperar la mejor versión de uno de sus jugadores más talentosos.