Chivas logró su clasificación directa a la Liguilla del Apertura 2025 gracias a un espectacular cierre de fase regular, en el cual consiguió 7 triunfos en sus últimos 8 partidos. En esta racha positiva, el Rebaño Sagrado demostró además un gran dominio sobre rivales de jerarquía como Atlas y Rayados, desplegando un fútbol que ilusiona a la afición; sin embargo, estos encuentros dejaron una lección táctica importante.
Y es que fue precisamente ante estos equipos donde se evidenció una debilidad que deben corregir urgentemente para encarar la Fiesta Grande. En la Liguilla, donde las series se juegan a 180 minutos, los errores de concentración suelen pagarse muy caro, por lo que el cuerpo técnico deberá poner especial atención en el manejo de los tiempos y la intensidad durante los partidos completos.
En ambos compromisos, el Guadalajara comenzó siendo un auténtico vendaval en el campo, anotando 3 goles en menos de media hora de juego. El problema radicó en que, hacia el final del primer tiempo y el inicio del complemento, el equipo cayó en un exceso de relajación que permitió la reacción del rival: Atlas descontó con un gol, mientras que Monterrey anotó dos y por momentos parecía tener todo para empatar el partido.
Aunque contra los Rojinegros el riesgo no pasó a mayores tras el descuento, ante Rayados el equipo tuvo que volver a subir la intensidad hacia el final para liquidar el encuentro con un gol en los últimos minutos. Si bien se consiguió el resultado, recibir dos goles en contra después de haber dominado tan ampliamente al rival es un riesgo que puede salir muy caro en instancias de eliminación directa.
Chivas es el equipo más efectivo en los primeros y últimos minutos, pero debe cuidar los intermedios
Cabe recordar que Chivas se caracterizó en el Apertura 2025 por su letalidad en los extremos de los partidos: fue el equipo más goleador en los primeros 15 minutos, con seis anotaciones, y el segundo mejor en los últimos 15, con nueve tantos. Esta virtud ofensiva puede ser bastante útil en la Liguilla, siempre y cuando logren equilibrarlo sin descuidar los lapsos intermedios de los encuentros.
