Pensar en Chicharito Hernández dentro de una cancha es evocar esa genuina facilidad para colarse entre los defensas y fabricarse un espacio donde poder anotar; ese instinto goleador único que lo hizo tan diferente del resto y lo llevó a la élite. Su padre, en cambio, era un habilidoso con la pelota, encaraba y regateaba con la misma facilidad con que su hijo hace goles. Ambos, ‘Chícharos’; los dos coincidieron en algún momento por Efraín Flores.

Hernández Gutiérrez jugó en el Atlas entre 1991 y 1994. Ahí coincidió con Efraín Flores, quien en ese entonces ya era parte del cuerpo técnico de la Academia. Años después, el estratega se encargó de las inferiores del Guadalajara y dio el salto al primer equipo, donde digirió también a Chicharito.

Efraín Flores se dice afortunado por haberlos dirigido

Tuve esa dicha y esa fortuna de dirigir a dos grandes futbolistas en la historia del futbol mexicano como es Javier Hernández papá y Javier Hernández hijo; uno en el Atlas y al otro en Chivas”, contó el director técnico de 65 años en exclusiva para Rebaño Pasión.

 A ‘Chícharo’ papá lo conoció cuando el mediocampista ya estaba consolidado, mientras que a Hernández Balcázar pudo ayudarlo a su formación, como hizo con tantos jóvenes tanto con los Zorros, como en el Rebaño Sagrado, siendo quizás su máximo descubrimiento, Rafa Márquez. En ambos casos, conoció sus cualidades y áreas de oportunidad.

“Las similitudes son pocas. Javier Hernández papá era muy habilidoso, con mucho drible y un centro muy importante a toda velocidad y un remate bueno a pesar de su baja estatura, tenía un remate de cabeza impresionante por lo alto que se levantaba para definir. En el caso de Javier hijo, no tan habilidoso como el papá, pero sí con una manera muy importante de desmarcarse y provocar las acciones de gol; tanto se desmarca que por eso se crea tantas oportunidades. Por eso puede anotar los goles que va generando”, describió. 

“Entonces, son diferentones porque uno era más habilidoso; otro, más goleador, pero ambos creo que hay algo que los iguala: el carácter, la personalidad y, sobre todo, la actitud para afrontar cada acción”, agregó. 

Su familia, clave para crecimiento de Chicharito

Es cercanía de Flores con la familia Hernández Balcázar le hizo entender por qué ‘CH14’ ha podido consolidarse en la cima del éxito, ya que los valores inculcados a Javier lo hicieron resiliente y perseverante

Influyó mucho. Recuerdo que yo estando ahí en Chivas, Don Tomás Balcázar y Doña Luchita, sus abuelos maternos, siempre estaban ahí presentes para apoyarlo. Muchas veces en entrenamientos pero casi siempre en los partidos y cuando estuvo lesionado, siempre estaban presentes. Javier tuvo el respaldo no solamente de sus padres, sino también de sus abuelos y gente conocedora del futbol y las lesiones. Sin duda alguna, toda esa experiencia que habían tenido su abuelo y su padre, se la heredaron a Javier para que en las situaciones adversas saliera adelante y en las positivas, mucho más aplomo”, puntualizó.

Además de Efraín Flores, Víctor Manuel Vucetich también pudo dirigir a ambos ‘Chicharitos’, pues coincidió con el padre en Tecos y luego con el hijo en su breve paso por la Selección Mexicana de Fútbol en 2013, cuando el propio Javier Hernández tuvo un desempeño muy por debajo del nivel acostumbrado.