Los tres clásicos nacionales entre las Chivas de Guadalajara y el América fueron muy distintos entre sí. El primero resultó catastrófico para el Rebaño, que se vio superado, terminó con diez hombres y lo perdió por 0-3. En los dos siguientes, en cambio, Fernando Gago realizó algunos ajustes que le permitieron a su equipo competir mejor ante el poderío azulcrema.

Chivas logró una buena victoria en el Estadio Azteca, la cual no le alcanzó para clasificar pero sí para vender cara la eliminación y cambiar la mala imagen que había dejado con su público. En el tercero hubo mucha más paridad y terminó sin goles. El abrupto cambio de guión se debe en gran medida a una variante que realizó Gago desde la pizarra.

Piojo Alvarado contra Álvarado Fidalgo, el ajuste que neutralizó al América

Después de la goleada recibida en el Estadio Akron por la Ida de la Concachampions, Fernando Gago sabía que debía realizar ajustes en su planteamiento. Su decisión fue la de seguir prácticamente de manera individual a Álvaro Fidalgo y Jonathan Dos Santos, los dos creativos del América. Principalmente, la novedad fue ver cómo Roberto Alvarado dejó la banda derecha para jugar centralizado y con responsabilidades diferentes.

El Piojo es un jugador con mucho sacrificio colectivo; que tiene dinámica, que repite esfuerzos, es ágil y cuenta con una buena resistencia. Por eso Gago le asignó esta tarea de poder jugar centralizado y encima de Álvaro Fidalgo, el gran cerebro del América que casi no pudo gravitar en los últimos dos encuentros. Chivas no quiso que la pelota pasara cómodamente por el español, quien suele marcar el pulso de la tenencia azulcrema.

Además de esto, a la hora de tener el balón, al equipo también le sirvió tener a Alvarado en carril central, cerca de sus compañeros y fácil de encontrar. El Piojo, de hecho, tuvo incidencia por dentro en los tres goles que marcó el Rebaño en el Estadio Azteca, por lo que el movimiento de Gago fue una buena noticia para Chivas.

Pocho Guzmán no está para ese desgaste

El Piojo fue el perjudicado tras el ajuste táctico de Gago (Imago7)

No es casualidad que en el Azteca por la Concachampions, a sabiendas de que Víctor Guzmán no podría jugar el clásico liguero, Gago igual lo dejó en la banca. El Pocho es uno de los capitanes del equipo y el goleador en el semestre, pero para ese tipo de partidos en los que hay que trabajar mucho sin pelota, puede sufrir el hecho de tener que andar persiguiendo rivales en lugar de jugar con el balón en los pies. Por eso esas funciones defensivas le fueron asignadas a Alvarado -sobre Fidalgo- y a Fernando Beltrán, más enfocado en Jonathan Dos Santos.

El duelo Alvarado vs. Fidalgo en imágenes

(Imago7)
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