La temprana eliminación en la Leagues Cup pegó duro en Guadalajara, donde tomaron fuerza las críticas tanto al cuerpo técnico dirigido por Fernando Gago como a los propios jugadores, que en los últimos meses suman dos caídas en duelos de eliminación directa contra el odiado rival (América) y una más ante equipos de la MLS.

Uno de los últimos referentes de Chivas, Héctor Reynoso, hizo énfasis en un punto que le hace falta al equipo actual y que hasta hace unos años era una de las fortalezas del Rebaño Sagrado.

¿Cómo ve a los pupilos de Fernando Gago?

“Yo veo un equipo talentoso, joven, dinámico. Pero les diría que la gente que es de casa, de la cantera, les pediría que ellos tomaran el liderazgo del vestidor. Ya no son novatos el Tiba (Sepúlveda), (Orozco) Chiquete y (Nene) Beltrán. Ya saben lo que es jugar una final, clásicos. Que ellos lideren el grupo”, recomendó el Sansón en el podcast Guardianes de la Tradición.

“Los canteranos son los debemos tomar el papel de mandar en el vestidor. La gente que está ahorita, los canteranos, no han tomado ese papel. Los que llegan de afuera son los líderes y eso ha cambiado”, agregó.

Reynoso fue parte del equipo que logró el campeonato en 2006, donde hubo una fórmula que les permitió llegar al éxito en la Liga MX.

“Éramos un plantel con mucha diversidad. Un grupo de experimentados como Oswaldo Sánchez, Ramón Morales y Manuel Sol que no habían logrado salir campeones en su carrera; después venía un grupo de refuerzos que habían sido campeones en otros equipos como el Bofo (Bautista), Diego Martínez, Gonzalo Pineda, (Sergio) Santana. Luego veníamos el grupo de fuerzas básicas con muchas ganas. Estábamos Omar Bravo, Venado (Medina), Maza (Rodríguez), (Jonny) Magallón, el Gaucho (Ávila). Esa mezcla de esos tres componentes fue la clave. Todos sumábamos, seguíamos a los líderes que nos guiaban. Así pudimos llegar a ese logro”, explicó el ex defensor.

Todo un referente del Rebaño

Héctor Reynoso debutó con Guadalajara en 2001, ahí permaneció más de una década hasta el 2013.

Como elemento de Chivas disputó un total de 448 partidos, donde sumó 28 goles, repartió seis asistencias, fue amonestado en 118 ocasiones y en 10 recibió la roja. Todo un referente del equipo que logró trascender en la propia Copa Libertadores, como el eje de la defensa central.