Jesús Orozco Chiquete se fue de llegó Chivas en medio de una gran polémica. El defensor forzó su venta a Cruz Azul, molesto por la negativa rojiblanca de venderlo al futbol europeo. Finalmente, el traspaso se concretó por seis millones de dólares más la ficha de Luis Romo, operación que muchos aficionados rojiblancos consideraron un negocio redondo para el Rebaño.
Las expectativas en La Noria eran altas: se esperaba que el zaguero se convirtiera en un pilar inmediato de la defensa cementera. Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta. Desde su debut con el equipo, Chiquete no ha podido replicar el nivel que lo llevó a ser considerado uno de los mejores defensores jóvenes de México.
Entre suplencias, actuaciones discretas y poca incidencia en partidos clave, su protagonismo se ha ido diluyendo. Los números reflejan esta irregularidad: muchos partidos en el banquillo, pocas titularidades y un presente en el que según parece, no termina de convencer a su nuevo entrenador, Nicolás Larcamón.
Recientemente, Chiquete Orozco fue titular en la abultada derrota por 7-0 ante Seattle Sounders; malogró su penal en la tanda contra Los Ángeles Galaxy cuando había ingresado recién sobre los minutos finales. Y se quedó en la banca sin ver minutos en el último juego de la Máquina en la Leagues Cup ante Colorado Rapids.
Luis Romo también deja dudas en Chivas
A esta altura, puede que ambos equipos se estén preguntando si el intercambio resultó acertado. Aunque Luis Romo es considerado un jugador importante dentro de la plantilla de Chivas, también es cierto que ha tenido algunos fallos decisivos en salida de balón y hasta falló su penal ante Charlotte con una extraña ejecución. En este inicio con Gabriel Milito posee un rol más protagónico, el semestre pasado su nivel no fue el esperado, al igual que el de todo el equipo.