En la Liga MX, acumular cinco tarjetas amarillas significa una suspensión automática de un partido, algo que suele poner en aprietos a los jugadores con un estilo de juego más físico. Por ello, muchos futbolistas deben aprender a medir su intensidad dentro del campo si no quieren perderse encuentros importantes.

En el caso de Chivas, la principal preocupación ha sido Diego Campillo, quien ya suma cuatro amonestaciones. Si recibe una más, quedará suspendido por un partido, algo que Gabriel Milito no puede permitirse con tres duelos decisivos por delante: Atlas, Pachuca y Monterrey.

Diego Campillo se ha vuelto clave para Gabriel Milito.

Sin embargo, parece que Campillo tampoco quiere perderse ningún juego. Su última tarjeta amarilla fue hace exactamente un mes, en la Jornada 10 contra Necaxa, y desde entonces ha jugado cuatro partidos consecutivos sin ser amonestado: Puebla, Pumas, Mazatlán y Querétaro. Una muestra clara de autocontrol y madurez.

Esto resulta aún más destacable porque Campillo suele jugar como defensa central o contención, posiciones que requieren mucha fuerza y contacto físico constante. Aun así, ha sabido medir sus entradas y evitar faltas innecesarias, consolidándose como uno de los jugadores más disciplinados del equipo.

El Clásico Tapatío será la prueba de no dejarse amonestar para Campillo

Ahora la incógnita será si puede mantener esa racha en el Clásico Tapatío, un partido que siempre se juega con el corazón y con mucha intensidad. Sin duda, su temple y disciplina serán claves para que el Rebaño Sagrado pueda imponerse en uno de los duelos más esperados del torneo.