Antes de que Matías Almeyda se convirtiera en el entrenador más importante de Chivas en la última década, hubo otros nombres en carpeta. Ricardo Flores, analista y aficionado del Guadalajara, fue quien elaboró el informe que terminó acercando al argentino, pero también estuvo a cargo de evaluar otras opciones. “Víctor Palacios me contacta porque Jorge Vergara lo había llamado para tener un plan alternativo por si salía Chepo de la Torre. Me dio dos nombres: Joaquín Caparrós y Roberto Sensini” recuerda.
El pedido era claro: analizar el perfil de ambos estrategas y armar una presentación para el dueño del club. Flores, por entonces aún estudiante universitario, se metió de lleno en el trabajo. “Caparrós lo conocía bastante por su historia en España. A Sensini lo tenía más de nombre. Aun así, empecé con la investigación, pero sinceramente, ninguno de los dos me parecía que empataba con las necesidades del club”, recuerda en diálogo con Rebaño Pasión.
Fue entonces cuando se cruzó con una noticia que le cambió el foco. “Salió que Almeyda iba a dejar Banfield. Le dije a Víctor: ‘Voy a hacer el análisis de Matías’. Y me contestó: ‘¿Ya terminaste los otros dos?’. Le dije que no, que uno ni siquiera lo iba a terminar, que prefería enfocarme en Matías. Me ayudó a conseguir partidos y armamos todo el reporte”.
La presentación con los tres nombres se hizo el 10 de agosto de 2015. Almeyda competía con Caparrós como opción final. “Hicimos también la de Joaquín como contrapeso, para mostrar que la de Matías era mejor. Se la presentó Víctor a Jorge Vergara y le gustó mucho. Nos pidió mantenernos en contacto”.
La afición de Chivas al principio no confiaba en Almeyda
A pesar del buen recibimiento por parte de la dirigencia, la noticia generó mucha resistencia entre los aficionados. “Fue una reacción muy negativa. Mucha gente se enojó porque salía Chepo, que tenía historia en el club, y no conocían a Almeyda. Decían que solo había dirigido en el ascenso argentino. Intentamos hacer presión desde redes sociales con argumentos futbolísticos, pero había desconfianza”.
Hoy, con el paso del tiempo, Flores puede decir que su intuición fue acertada. Pero también deja en claro que el destino pudo haber sido otro. “Estuvo muy curioso, fue un poco azar del destino. Si no aparecía lo de Almeyda en ese momento, quizá hoy estaríamos contando otra historia”.