Gabriel Milito siempre se ha caracterizado por un estilo metódico y meticuloso. Mucho antes de llegar a Chivas, el entrenador argentino ya dejaba en claro cómo preparaba a sus equipos cada semana. En una entrevista con Juan Pablo Varsky, explicó paso a paso su dinámica de trabajo, dejando en evidencia que para él no existen diferencias entre titulares y suplentes a la hora de entrenar.
“No es titulares contra suplentes. En el mismo turno, dos entrenamientos. Entrena primero un grupo. Después entrena el otro grupo. Hacen exactamente lo mismo: cómo vamos a atacar y cómo vamos a defender”, señaló el actual técnico del Guadalajara. Su enfoque táctico parte de reproducir situaciones de juego sin improvisaciones, simulando lo que considera intentarán hacer sus rivales.
Milito explicó que no se utilizan a los suplentes como “oposición”, sino que se llama a jugadores externos (sparrings) para recrear al rival de turno. “Los chicos que no van a jugar ese partido, no hacen de oposición ni de rival. Somos el mismo equipo. Entonces llamamos chicos que sí hacen de oposición. El posicionamiento de los sparrings intenta reproducir lo que vos crees que el rival te va a hacer”, detalló en aquella charla.
Durante los entrenamientos, el campo se marca para identificar zonas claves y se trabaja por separado en ataque y defensa. Cada sesión se repite con ambos grupos para garantizar intensidad y precisión. “Generalmente marcamos la cancha de entrenamiento como para dar referencia y generamos ataque. Y después pasamos a la fase defensiva, que hacemos lo mismo”, explicó.
Gabriel Milito le devuelve la ilusión a Chivas
Con este tipo de metodología, no sorprende que Milito se haya ganado rápidamente el respeto de sus jugadores y el reconocimiento por parte de quienes lo conocen. Su capacidad para anticipar movimientos del rival y su obsesión por preparar cada detalle son ahora parte del día a día de Chivas, además de ser aspectos que los propios jugadores han valorado de buena manera durante las primeras semanas de trabajo.