Era el Día 1 del Resurgimiento. Así afrontaron las Chivas de Guadalajara el Clásico Tapatío. Con un importante cambio de actitud en respaldo a su entrenador, el Rebaño goleó por 4-1 al Atlas para cortar su racha de seis encuentros sin victorias.
Una de las novedades de Veljko Paunovic en la alineación inicial fue el regreso a la titularidad de Isaac Brizuela. El Cone había sido marginado durante varios encuentros, en los que hasta se quedó afuera de la convocatoria. Y la verdad es que lo hizo bien, con su característico esfuerzo.
Desde el extremo derecho, Brizuela no tardó de dejar su aporte en el partido. Recibió un balón en campo rival, se metió hacia adentro con un buen giro y soltó para Fernando Beltrán, que esperaba en posición de remate. Luego, se fue a la izquierda y aportó la intensidad y el sacrificio de siempre.
Pudo hacer un gol, es cierto, pero envió afuera el remate tras un gran centro de Víctor Guzmán. Sin embargo, eso no impidió que el Cone recibiera aplausos de la afición cuando se fue reemplazado por el juvenil Yael Padilla. Para Brizuela, también pudo haber sido el Día 1 del Resurgimiento.
El abrazo con Veljko Paunovic
En la transmisión del Clásico Tapatío, señalaron que tras el tercer gol, hubo un sentido abrazo entre Isaac Brizuela y Veljko Paunovic. El serbio siempre aclaró que la decisión de marginarlo era meramente futbolística, pero que seguía contando con él. El Cone, entonces, siguió trabajando hasta volver a tener su chance.