En noviembre de 2008, los entrenamientos de Chivas en Verde Valle tuvieron una imagen inesperada: Nery Castillo, delantero del Manchester City y figura de México en la Copa América 2007, se entrenaba con el Rebaño Sagrado. Aunque oficialmente se hablaba de una preparación para la Selección Mexicana, en el club ya se ilusionaban con sumarlo como refuerzo para el cierre del torneo Apertura y la Copa Sudamericana.

Era un nombre rutilante, con pasado en el Olympiacos, el Shakhtar Donetsk y experiencia europea que lo posicionaba como un fichaje de jerarquía. En ese momento, la directiva rojiblanca encabezada por Néstor de la Torre confirmó que había negociaciones en curso.

Nery Castillo llegó a entrenar en Chivas, pero su fichaje no se concretó.

El propio jugador se mostraba agradecido por la apertura del club y, aunque negaba haber firmado contrato, no descartaba la posibilidad: “Nada es imposible en el fútbol. Me gustaría jugar aquí, pero por ahora quiero seguir en Europa”. Mientras tanto, su imagen con la playera de entrenamiento de Chivas encendía las redes sociales y alimentaba la expectativa de los aficionados.

Días después, la situación parecía concretarse. Desde el club se hablaba de un acuerdo cerrado con Nery y con la Federación Mexicana. Solo restaba que desde Ucrania enviaran los papeles correspondientes para registrarlo oficialmente. Pero el plazo se agotó. Shakhtar Donetsk, dueño de su carta, se negó a enviar la documentación y frustró la operación.

Según Chivas, el representante del futbolista, Juan Carlos Padilla, les había asegurado que todo estaba arreglado, lo cual resultó falso. “El incumplimiento de su representante nos causa esta baja”, sentenció De la Torre. Castillo regresó a Europa con bronca y con una relación quebrada con la dirigencia de Chivas. Tiempo después, incluso llegó a burlarse de Jorge Vergara cuando jugaba con los Tuzos del Pachuca.

Lo que siguió para la carrera de Nery Castillo

Ya sin chances en Chivas, Nery Castillo tuvo un breve paso por el fútbol mexicano: jugó para Pachuca y León, aunque nunca recuperó el nivel que lo llevó a ser internacional con la Selección Mexicana. Se retiró oficialmente en 2014, tras un paso por el Rayo Vallecano, y se alejó del fútbol tras la pérdida de sus padres por cáncer, según él mismo reveló.