Chivas de Guadalajara vivió hace poco más de 14 años uno de sus capítulos más emotivos y trascendentales en la Copa Libertadores de América, a pesar que nunca la pudo ganar durante el ciclo de participación de los clubes mexicanos, en una edición de 2006 en la que logró acabar con el invicto de casi dos décadas del entonces "campeón del mundo" e imponerse en un verdadero fortín brasileño y así lo recordó el diario deportivo Récord en su sección "desempolvando el balón".

A pesar que la grandeza del Rebaño Sagrado ha sufrido de altas y bajas en los últimos años, los rojiblancos cargan sobre sus hombros gestas épicas que realzan su nombre en la historia del futbol mexicano e internacional. Uno de los momentos que más llenan de alegría a sus fieles seguidores fue el episodio de la Copa Libertadores 2006, pues contra todo pronóstico, Chivas se impuso en la fase de grupos a un histórico de Sudamérica. 

Diego Martínez pasó a la historia rojiblanca con ese gol en Brasil

Sao Paulo, club brasileño que llegó a esa edición del certamen con una racha de 19 años sin conocer la derrota en el estadio de Morumbí en partidos de la Copa Libertadores. El equipo paulista arribó al duelo contra el Guadalajara como amplio favorito en casa, pues además de ser el vigente Campeón de América y del Mundial de Clubes (tras derrotar al inglés Liverpool), no perdían en su inmueble desde el 8 de mayo de 1987, cuando cedieron ante el chileno Colo Colo, por lo que hilaban una cadena de 30 juegos sin caer (27 victorias y tres empates).

Guadalajara, por su parte, venía de ser semifinalista en la edición pasada (2005), en aquella llave, los rojiblancos fueron eliminados por un 5-2 en el global ante Atlético Paranaense, también brasileño. Mientras que para 2006, en la fase de grupos, Chivas y Sao Paulo se preparaban para un gran choque tras llegar invictos en el Grupo 1.

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En contra de la lógica y con un hombre menos, las Chivas dieron cátedra de valentía y coraje para imponerse 1-2 a los paulistas. Durante la primera mitad, los locales aprovecharon un descuido para adelantarse en el marcador con gol de Aloísio (33') y poner un escenario casi imposible para los tapatíos. A pesar de la adversidad, la noche estaba destinada a pintarse rojiblanca y en la agonía del primer tiempo, Sergio Santana igualara la pizarra. La expulsión de Omar Bravo (73') le agregó el toque épico a la gesta que se definió con el gol de Diego Martínez (80') que marcó la remontada de los pupilos de José Manuel de la Torre y concreto una histórica hazaña que quedará enmarcada en los anales de la historia rojiblanca.