Aunque en las carreras de los futbolistas hay ciertos patrones que se suelen cumplir en general, algunos de ellos se salen del libreto. Con los avances de la medicina y la ultraprofesionalización, el recorrido en el primer nivel se puede estirar hasta casi los 40 años, según cada caso.

Por eso, un retiro a los 30 años se podría deber a una grave lesión, con una recuperación casi imposible, o a una carrera que ya se desinfló y no encuentra un destino donde desarrollar su futbol. No es el caso de Édgar Mejía. El Chore tuvo una carrera exitosa, pero cuando todavía le quedaba hilo en el carretel, decidió dar un paso al costado y emprender una nueva historia.

En esta primera entrega de la entrevista exclusiva con Rebaño Pasión, el exjugador del Club Deportivo Guadalajara repasa sus inicios en el futbol y toda su carrera. Además, recuerda la final de Copa Libertadores 2010, su paso por Chivas USA y el retiro a los 30 años, en 2018.

En Chivas tuviste un inicio de carrera exitoso, ¿cómo recuerdas esos primeros pasos en primera división?

Estuve desde los 9 años en Chivas. Pasé por todas las categorías, brinqué algunas, y a la par de 2 o 3 compañeros, se nos aceleraron los procesos unos 2 o 3 años. Eso me permitió llegar a Primera División, debutar y ser campeón. Por supuesto, lo digo con mucho orgullo, me tocaron muy buenas épocas”.

Oficialmente estuve desde el 2006 hasta el 2012. Me tocó quedar campeón 2 veces de liga y de Interliga. Después jugar 3 Concachampions, 2 Sudamericanas, 3 Libertadores, y llegar a una final. A mí la verdad me tocó muy buena época. Jamás conocí temas de descensos. Si íbamos en tercer o cuarto lugar, ya se suponía que íbamos mal. El nivel de exigencia que me tocó en la etapa en la que estuve fue muy bueno”.

“Hoy en día, mientras pasa el tiempo y los años, le tomo mayor reconocimiento, porque sé lo que significa Chivas desde los huesos, el ADN. Considero que fui una parte importante en algunos años donde conseguimos el récord con el Profe Güero (José Luis) Real de partidos ganados. Hubo muchas cosas positivas que a lo largo de todos estos años no ha sido fácil que se vuelvan a replicar”.

Édgar Mejía jugando en Chivas en el año 2010. (Getty)

¿Qué referentes tuviste en aquella época que te hayan apadrinado en tus inicios?

“La verdad, siempre estuve muy bien arropado, muy bien aconsejado, muy bien llevado. Se me pasará alguno, pero obviamente Ramón Morales, Oswaldo (Sánchez), (Héctor) Reynoso, Jonny (Magallón), Maza (Javier Rodríguez), (Carlos) Salcido por un tiempo, Gonzo (Gonzalo Pineda), que ahora es buen amigo y tiene una carrera importante como entrenador, Omar (Bravo), Manuel Sol, el Chato (Juan Pablo Rodríguez)”.

“Me tocó convivir con muchos jugadores de gran trayectoria cuando yo era más joven. Lo único que recibí de ellos fue el arropo que se necesita, el apoyo y la exigencia, porque jugar cuando eres joven y con equipos plagados de gente con experiencia no es nada fácil. Ese conocimiento, conforme fui adquiriendo más edad, también se transmite, y se trata de hacer lo mismo con jugadores más jóvenes”.

Ramón Morales fue uno de los referentes que arroparon a Édgar Mejía en sus inicios como futbolista. (Getty)

En 2010 casi hacen historia con la final de Copa Libertadores ante el Inter de Porto Alegre. Omar Arellano y Omar Bravo, por ejemplo, lamentaron la ausencia de Chicharito Hernández en aquella serie, ¿crees que con el buen equipo que tenían, sumado a Chicharito, le hubieran ganado al Inter?

El hubierano existe. Pero en ese entonces, el sentimiento colectivo era ese. Incluso Jorge Vergara, en paz descanse, lo mencionó pública e internamente. Fue una decisión muy complicada para ellos, me imagino. Venderlo en aquel momento, a costa de quizás lograr el campeonato más importante del club”.

Obviamente, nos hubiera encantado contar con Chícharo en esa final, pero por supuesto que el bien común fue mayor tanto para el club, como para él y su familia. Al final no se sabe qué hubiera pasado, pero en ese momento el sentimiento colectivo era que sabíamos que con Javier se pudo haber hecho algo más”.

Más allá de Chicharito, ¿qué les faltó para superar al Inter de Porto Alegre?

“Es una pregunta que suelo tener cuando estoy dirigiendo y hay finales así. Con el periódico bajo el brazo, siempre, si pierdes, va a faltar algo y si ganas nunca te va a faltar nada, en apariencia. Se dio todo lo que se tenía que dar, se dio el máximo. Ese equipo de Internacional lo habíamos enfrentado, no me acuerdo si uno o 2 años antes, en una semifinal de Sudamericana”.

“Es uno de los 3 equipos que tenían más oficio, más manejo de partido. Era un equipo realmente complicado, duro, difícil de enfrentar. Cuando te enfrentas a un equipo así, no es que no haya mucho que hacer, pero se hizo el máximo y estuvimos a punto. Era un equipo que, por esa razón, ganaron muchísimos campeonatos en ese lapso de años“.

Nos topamos contra el mejor Internacional cuando también nosotros estábamos en finales. Fuera de eso, perdimos pero con la cara en alto, porque en realidad era un equipo bastante completo, con mucho oficio, y de los mejores que yo me he enfrentado en toda mi carrera”.

Tras un paso por León, jugaste en Chivas USA. ¿Cómo lo sentiste desde dentro a ese proyecto? ¿De qué manera viviste aquella época?

Fue una experiencia bastante padre en mi carrera. Jugué una temporada completa. Pienso que el equipo, como lo vendieron uno o 2 años después, siento que se podría haber armado un mejor equipo, no solamente para estar en la liga, sino para destacar”.

Si hoy vemos la MLS, son equipos difíciles ya, son bastante buenos y completos, muchos superan a los equipos de la Liga MX. Desde esos años ya lo veíamos. No es fácil jugar en la MLS. Simplemente se necesita adaptar el calendario. Es una temporada completa, la dinámica es otra, los viajes son otros. En ese entonces, en los entrenamientos se intentó replicar algo muy parecido a lo que se hace aquí en México”.

Teníamos al profe Chelís (José Luis Sánchez Solá) y al profe Güero Real en la segunda mitad del torneo, que fue lo que me tocó a mí. De todas formas, se necesitaba más gente, pienso yo, para destacar en el proyecto. Por supuesto, Chivas USA estaba antes de mi llegada y después, pero al final es un torneo largo con muchos equipos”.

“La mayoría cada vez se reforzaba mejor con gente de Europa, de África, es decir, eran equipos que conglomeraban muchos jugadores de diferentes partes del mundo y eso enriquecía la liga. Después se veía venir que iban a tener que vender al equipo. Los primeros años fueron muy buenos, después se fueron a media tabla y luego, por obvias razones, se tuvo que tomar la decisión de vender el equipo”.

Además de León, pasaste por Puebla, San Luis, Juárez y Murciélagos. De esos equipos, ¿en cuál te sentiste mejor desde lo futbolístico y tuviste tu mejor versión?

“Después de Chivas, en León estuve muy poco cuando ascendieron, 6 meses en los que casi no jugué. En Chivas USA retomé un ritmo futbolístico importante. Me tocó marcar gol, varias asistencias; tuve una regularidad importante. Yo me saltaría hasta Juárez, siendo muy honesto“.

En Juárez estuve 2 años, me tocó ser campeón y hacer gol en la final del primer torneo. Prácticamente jugué casi todos los minutos de esos 2 años. Retomé un ritmo muy importante y ahí fue donde me sentí mejor después de Chivas“.

Édgar Mejía como jugador de Juárez en la Liga de Ascenso MX ante Mineros de Zacatecas en 2016. (Imago7)

En 2018, con 30 años, llega el retiro. ¿Cómo viviste ese proceso? ¿Por qué tomaste la decisión finalmente? ¿Cómo lo sobrellevaste internamente?

Yo no pensaba retirarme. Probablemente me quedaban 3, 4, 5 años. Todavía tengo un par de amigos que siguen jugando, como el Zully (Arturo Ledesma). Pero en mi caso hubo varias cosas que fueron como señales. Mi último equipo fue Murciélagos. Un poco antes de que se terminara mi contrato, yo me iba a ir a otro equipo”.

“Nunca lo he mencionado. En ese entonces, yo me iba a ir con, en paz descanse, Jimmy Goldsmith a su equipo. Me habían hablado como 6 meses antes. Él fallece y después no lo certifican. Entonces, yo estaba viendo opciones en el extranjero, pero iba a tener que quedarme 6 meses sin jugar porque la opción se cayó al último día. Prácticamente ya tenía todo arreglado, con mi familia también”.

Yo ya me había preparado, estaba titulado como entrenador y con otros estudios que tengo. Ya estaba listo y siempre tuve muy claro que quería empezar a dirigir, pero no tan pronto. También tenía algunos negocios aquí en Guadalajara, que es mi base, aquí está mi familia y demás. Pasa esa oportunidad, no me logro acomodar y decidí, por muchas cuestiones familiares y personales, quedarme aquí sin jugar 6 meses”.

“En algún momento hago contacto con Diego Martínez, no el jugador, sino el director de fuerzas básicas del club. Coincidimos ahí en Verde Valle por un tema que fui a hablar de la escuela de mis hijos, y me hace la invitación. Le faltaba un entrenador, entonces me hace la invitación para entrar a la estructura de básicas. Prácticamente tuve que redefinir mi futuro en un día, en 5 horas”.

No me costó trabajo tomar la decisión porque yo sabía que tampoco estaba ya tan lejos del retiro. Quizá no lo hubiera pensado así, pero lo que me empujó a hacerlo es que ese tipo de oportunidades, cuando las ofrecen (hay que tomarlas). Después fue lo de Expansión, que quitaron el ascenso”.

Édgar Mejía como entrenador de Chivas Sub 15 en 2019. (Imago7)

Era muy difícil acomodarse, y se dio cuando se tenía que dar. Lo que yo pensé, fue que esa oportunidad no la iba a tener otra vez, quizá en 3 o 4 años, porque se abre un lugar y hay otros 100 atrás que están esperando eso. Entonces, acepté”.

“Quise empezar con la categoría más chiquita de básicas. Me ofrecieron empezar como auxiliar arriba, pero yo quería empezar, como es en el fútbol o en cualquier trabajo, desde abajo para que fuera más fácil cuando estuviera arriba, y así fue. Por eso fue la decisión”.

¿Hubo momentos en los que te arrepentiste de haberte retirado? ¿No hubo algún momento que hayas dudado o hayas pensado que te habías equivocado?

No, para nada. Ni dudado, ni arrepentido. Claro que hay un sentimiento porque, yo ya dirigiendo (duré 6 meses con la categoría más chica, después me pasaron al equipo de Tercera) tenía compañeros con los que había jugado un par de años antes, que regresaron al club, a Chivas“.

Los veía entrenar y claro que me daba nostalgia. Pero si soy honesto, fue cuando más convencido estuve del proyecto real para el resto de mi vida, que era consolidar mi carrera como entrenador. Quería pasar por todas las categorías que pudiera”.

Mi proyecto de vida ya era otro: consolidar negocios que tengo aquí en Guadalajara, que mi familia estuviera más estable, ya no estar de una ciudad para otra. Lo tenía muy claro. Por supuesto, no lo oculto, todavía ahora se siente (el retiro), no porque pueda jugar, pero definitivamente no tuve duda alguna”.

“Porque yo estaba haciendo lo que quería hacer anticipadamente a lo que se pudiera pensar, aprovechando una oportunidad. Fue como haber debutado joven, como me tocó, y quedar campeón. Así tomé esto. Es lo mismo. Me llegó una oportunidad única y le estaba ganando 5, 6, 7 años quizás, en lugar de seguir brincando de un lado para otro”.

Quién sabe si hubiera tenido esa oportunidad a la edad que tengo (37). Fue ganar la experiencia, ganar trabajo y ganarle por todos los sentidos. Claro, el capricho de jugar me lo tuve que hacer a un lado, no te miento, pero de arrepentirme en ningún momento”.