El futbol goza de una popularidad abrumadora en occidente. La pasión de los aficionados lleva a los jugadores exitosos a un estrellato comparable con las grandes figuras del cine, la moda o mediáticos de diversos ámbitos. Sin embargo, en el deporte también hay un lado B, una capa subrepticia que a veces es ignorada por el gran público.

En ese estrato hay muchos jugadores que apuntaban al estrellato, pero quedaron en el camino o su vuelo no alcanzó la altura prevista. En esta última entrega de la entrevista exclusiva con Rebaño Pasión, Marco Fabián Vázquez platica sobre las joyas que dirigió en las fuerzas básicas del Club Deportivo Guadalajara y luego no llegaron a triunfar en primera división.

En las anteriores entregas, el actual director técnico de Coyotes de Tlaxcala de la Liga de Expansión MX confesó su sueño de comandar la máxima categoría de Chivas. Además, señaló quiénes fueron los mejores jugadores que dirigió en sus 23 años en el Rebaño Sagrado y quiénes son los más prometedores del último tiempo.

Por ejemplo, ¿quiénes podrían haber triunfado en primera y no llegaron?

Christian Armas, que sí llegó, pero siendo un gran jugador no alcanzó a estabilizarse. Max Pérez, un chavo que tenía unas condiciones tremendas como 10, como centro delantero, también se quedó ahí, en Liga de Expansión. Recuerdo a Renato Casillas, Renato Rivera también. Muchos jugadores que yo decía: ‘Estos son de Primera División, van a llegar’, y llegaron, debutaron y, así como debutaron, terminó su carrera“.

Me tocó ver tantos jugadores que se quedaron en el camino. Sabemos que al final, el futbol y más en Chivas, es una competencia día tras día. Ahí vienen empujando los de abajo y los de arriba tienen que sostenerse. No se pueden relajar. Por eso digo que el ADN que traemos es ese: día a día, y como dicen, hoy sí, mañana también, y con toda la actitud del mundo”.

Christian Armas debutó en Chivas con 18 años en el Apertura 2005. (Getty)

“En cuanto a jugadores, te podría mencionar muchos de Chivas que tal vez ahora se me escapan, pero se me vienen a la mente esos jugadores que mencionaba antes. Por ejemplo, otro más con muy buenas condiciones fue el (Antonio) Hulk Salazar, que lamentablemente perdió la vida. Era un chavo con gran talento, categoría 89″.

“Muchos chavos pudieron haber llegado. Cuando me enfrenté a Pachuca, vi a otro discípulo que me tocó trabajar: la Chofis López. También el Dedos López, muchos jugadores que pasaron. Yo no digo que yo los formé, porque al final cada quien hace su camino, pero algo les pude haber dejado de enseñanza. Me da gusto verlos en Primera División, ver que han llegado“.

Jairo Torres, que en Chivas no creían en él. Yo siempre lo cobijé, lo trabajé, y el muchacho hizo una carrera decente en Primera División. Hoy vive bien, trabajó en Necaxa, en Lobos BUAP, en Universidad de Guadalajara. Está haciendo hoy su carrera de entrenador, un chavo que también demostró que tiene lo necesario”.

“Ahorita, por ejemplo, David González, que lo llevé a Andorra, lo tengo aquí trabajando (en Tlaxcala). Un chavo que tampoco ha tenido la oportunidad en Primera División, pero para mí es un jugador que fácilmente puede jugar ahí”.

Javier López es uno de los jugadores que no aprovecharon su talento, según Marco Fabián Vázquez

Mencionaste a la Chofis López. ¿Cómo era de joven? ¿Tienes alguna anécdota particular con él?

“Me tocó trabajar con él en la Sub-20, de hecho fuimos campeones juntos. Pero en realidad, el jugador que es talentoso, por regularidad, es flojo para trabajar. En su calidad de juego es diferente, pero normalmente nosotros, los talentosos, por ejemplo en el trabajo sucio, que es venir a marcar, los regresos, las transiciones (eso les cuesta)”.

Javier Eduardo López fue formado en Chivas y en la actualidad integra las filas del Pachuca. (Getty)

“En este caso, a la Chofis le costaba un poco esa parte de la transición defensiva. Y había quien en su momento lo estaba haciendo mejor, y la Chofis casi siempre iniciaba o entraba de cambio. Pero ahí fue donde creo que dio el paso para poder estar en Primera División, porque gracias al campeonato que tuvimos, de ahí brincó a Primera”.

Hubo tantos jugadores que de repente me tocó trabajar. De los últimos, pues el Chiquete Orozco, el Lalito Torres, Luis Olivas, toda esa generación que me tocó hace 3 años y medio en Tapatío, 4 años casi, y que son los más recientes”.

Me da gusto ver que trabajas con chavos desde abajo y de repente llegan. Me tocó la generación del Pato Araujo, del Chore Mejía, de todos ellos, que también me tocó formar en su momento. Y más a ellos, porque los tuve casi 3 o 4 años entre segunda y reserva nacional. Me tocó trabajar como 3 años con ellos. También con Érick el Cubo Torres. Muchos chavos que, en tantos años, me tocó trabajar más de una vez”.