Las últimas Chivas campeonas del futbol mexicano, no se entenderían sin la figura de Orbelín Pineda. El volante ofensivo fue pieza clave en el esquema de Matías Almeyda gracias a su excelente manejo de balón y de las transiciones, que lo convertían en un auténtico pistón del Rebaño Sagrado.

Nacido el 24 de marzo de 1996 en Coyuca de Catalán, en el estado de Guerrero, ‘El Mago’ se ganó el cariño de la afición rojiblanca desde su llegada a Guadalajara en el 2016. Tres años en la institución, fueron suficientes para que Pineda se llevara el reconocimiento de los aficionados y coronara sus éxitos con el título del Clausura 2017, además de una serie de Copas incluida la Concachampions un año después.

Ronaldinho aleccionó a Orbelín Pineda en Querétaro

A las Chivas le valió 5.5 millones de dólares hacerse con los servicios de Orbelín, proveniente de los Gallos Blancos del Querétaro, justamente el próximo rival del Guadalajara en el Clausura 2024. Pineda recibió el espaldarazo de Ronaldinho, quien se impresionó por el talento del juvenil mexicano en su paso por la Liga MX. El campeón del mundo en 2002 sabía que se trataba de un talento especial.

Orbelín fue utilizado por Almeyda como volante por fuera, pegado al costado izquierdo, aunque con clara tendencia a interiorizar permitiendo la subida del lateral, mientras que él constantemente terminaba por detrás del centro delantero en una función de enganche. Así fue como en su etapa con las Chivas, disputó un total de 128 partidos donde anotó 10 goles. 

Almeyda, otro creyente de Orbelín

Tal fue el impacto que tuvo en el esquema de ‘El Pelado’, que el entrenador argentino apostó por el volante mexicano en su travesía por el Viejo Continente. Tras la participación del Rebaño en el Mundial de Clubes de 2018, se marchó del equipo en dirección de Cruz Azul, donde conquistó un segundo título de la Liga MX. 

Posteriormente firmó con el Celta de Vigo y ahora está en el AEK de Atenas de la mano de Almeyda. Todo mientras la afición rojiblanca aguarda por un pronto regreso del canterano de Querétaro, pero que supo brillar más que nunca en el Rebaño Sagrado.