Los días previos al sábado 13 de septiembre tenía como foco principal, al menos en el mundo de la comunicación, la lucha por la audiencia en los medios deportivos mexicanos. Saúl Álvarez defendía los 4 títulos del peso supermediano ante Terence Crawford mientras se jugaba el Clásico Nacional por el Apertura 2025.
En un primer momento, el América vs. Chivas estaba programado para el viernes, pero se pasó al sábado para competir con la gran velada que se llevó a cabo en el Allegiant Stadium. El duelo que el Guadalajara se llevó por 1-2 tuvo una espectacular cifra de televidentes, pero por debajo del combate del Canelo.
De acuerdo a lo que difundió Televisa-Univisión, el partido alcanzó los 18.2 millones de televidentes en la noche del sábado. De esta manera, el choque por la jornada 8 fue el más visto de todos los que se jugaron por fase regular de Liga MX en lo que va del año.
Por su parte, Canelo vs. Crawford rompió las estadísticas y tuvo 41 millones de espectadores, según informó Netflix, la cadena encargada de su transmisión. Desde la plataforma aseguraron que fue la pelea de boxeo más vista del siglo. Sin embargo, cabe marcar las diferencias entre un evento y otro para entender la diferencia en la audiencia.
Hace años, Canelo Álvarez ya se consolidó como fenómeno mediático de nivel mundial
La audiencia del Clásico Nacional se centró, principalmente, entre México y Estados Unidos. El futbol mexicano no suele trascender el interés de los propios. Por ello es que se consolida como un gran logro que América 1-2 Chivas haya superado los 18 millones de televidentes pese ser simultáneo a la gran velada, aunque se transmitió por televisión abierta.
Desde hace tiempo, Netflix se convirtió en una plataforma con llegada capilar en la sociedad, lo que transforma la discusión televisión abierta-plataformas en un tema anacrónico. A diferencia de la Liga MX, Canelo Álvarez despierta interés a nivel mundial, por ser de las máximas estrellas de un deporte masivo como el boxeo.
Para el pugilista tapatío tal vez sea un consuelo haberse impuesto en la lucha por el rating. Sobre el ring, Crawford dominó el combate y Canelo, una vez más, se quedó corto de ideas y herramientas para vulnerar la guardia del oponente. Las tarjetas dictaron la victoria del estadounidense por 116-112 y 115-113×2, pero Álvarez no perdió la centralidad mediática.