Cuando Fernando Gago entregó la alineación con la que Chivas enfrentaría a Cruz Azul, no parecía haber grandes sorpresas. Salvo la inclusión de Leonardo Sepúlveda en la central para recorrer a Gilberto Orozco Chiquete a la lateral, el Rebaño parecía conservar su esencia para encarar este complejo duelo en el Estadio Azteca por el Clausura 2024.

Sin embargo, apenas comenzó el juego, Cade Cowell se pegó a la banda derecha y Piojo Alvarado hizo lo propio del otro costado, en el sector izquierdo, para sorpresa de propios y extraños. El resultado fue desastroso, el Rebaño Sagrado fue ampliamente superado por los cementeros al grado de recibir una escandalosa goleada de 0-3.

Nada funcionó en Chivas

No fue para nada la noche de los rojiblancos en la Ciudad de México. En ningún sector, el Guadalajara pudo imponerse en los duelos con los celestes. Chiquete lució desubicado y Sepúlveda pagó muy cara su novatez, mientras que Pocho Guzmán no aportaba nada defensivamente.

Pero si los goles de Cruz Azul llegaron por los costados gracias a las incorporaciones de Rotondi, Huescas y Antuna, las bandas del lado rojiblanco hacían cortocircuito. Esa extraña apuesta de Gago para mover a El Vaquero —otra vez— lejos de su hábitat natural en la banda izquierda así como a Piojo de su siempre peligroso perfil derecho, fue lapidaria.

A Alvarado le costó muchísimo poder encontrar espacios desde el pico izquierdo del campo. Encaraba y hacía regates, pero no servían de mucho. Lo mismo ocurrió con Cowell, quien parecía perdido en el sector derecho del esqueleto ofensivo del Guadalajara. De esta manera, por más que Chivas tuvo un fatal planteamiento defensivo, el no encontrar canales para poder hacer daño al frente, perjudicó aún más a su causa.