José María Casullo es uno de esos nombres que muy pocos recuerdan dentro de la gloriosa historia de las Chivas de Guadalajara. Años antes de la aparición del inolvidable Campeonísimo, este personaje trató de consagrar su legado en la institución tapatía. Pero se quedó hasta seis veces en la antesala de concretar un título. Rebaño Pasión revive la historia del entrenador más ganador que nunca conquistó un campeonato en el futbol mexicano.

Casullo, después de retirarse como jugador, se convirtió en el director técnico del Atlanta en su natal Argentina. En 1946 aterrizó en México para entrenar al León, con el que ganó el bicampeonato entre 1947 y 1949. La directiva del Rebaño Sagrado lo contrató para hacerse cargo del banquillo tapatío desde la Copa México 1951 y la temporada 1951-1952. Así, comenzaba a escribir una particular historia dentro del redil.

El argentino y su obsesión con el Clásico Tapatío

José María Casullo debutó con el Guadalajara el martes 8 de mayo de 1951, con una goleada 3-0 sobre Atlas en el Parque Oblatos. Un duelo en el marco de la primera ronda de la Copa México, que dio el pase a Chivas a Cuartos de Final. Un festejo que protagonizaron Javier de la Torre (42′), Jesús Ponce (80′) y Rodrigo Noriega (88′). Ellos, encaminaron la primera victoria del quinto técnico más ganador en la historia de la institución en partidos de Liga.

La última aparición del argentino en el banquillo de Chivas fue en un Clásico Tapatío. No obstante, volvió a suelo jalisciense para dirigir a los Rojinegros y desde la acera del frente ver a su exquipo ganar lo que nunca consiguió: Su primer título de la Liga MX en 1957. Toda una obsesión con la máxima rivalidad de la ciudad.

Una reseña de la prensa del día siguiente confirmó que “era el de anoche el primer partido que Chema Casullo dirigía al frente de los rayados y como está empeñado en colocar al equipo en primerísima fila, esto se consigue tan solo con victorias y exhibiendo buen futbol en la cancha de juego. Logró el propio Casullo que sus muchachos se abonaran una victoria que les ha permitido continuar dentro del campeonato por la Copa México y darle la satisfacción a sus innumerables partidarios de superar a los monarcas“.

Primer subcampeonato del “Ya merito” de Casullo

Casullo en su primer torneo al mando de Chivas, los guió a un subcampeonato tras caer 1-0 ante Atlante en la Final de esa Copa México de 1951. Le esperaban otras cinco oportunidades de conformarse con el segundo lugar, que lo responsabilizan de intensificar el anciano mote de: “Ya merito“. Consiguió 30 puntos en 22 fechas, pero escoltó a León (31) en la temporada 1951-52 de Liga. Repitió la Final en la Copa de 1952, pero volvió a perder con Atlante.

Guadalajara, bajo el mando del argentino y después de un par de campañas, en las que el equipo cayó al quinto y sexto lugar, volvió a instancias decisivas. Lo hizo en la Final de la Copa México de 1954, cuando perdió 3-2 ante América en penales, un partido del que salió golpeado. Duelo que comenzó a intensificar toda la rivalidad del ahora Clásico Nacional.

Volvió a cosechar 30 unidades en las 22 jornadas de la temporada 1954-55 de Liga, pero ahora secundó a Zacatepec (32). Regresó a la Final de la Copa de 1955 y de nuevo cayó ante las Águilas (1-0), por culpa de Manuel Cañibe (49′), quien anotó el único gol. Fueron en total seis veces las que se quedó en la antesala del título.

Casullo, primero de izquierda a derecha, dirigió a Chivas durante cinco temporadas (El Informador)

El cierre de una era que dio paso al Campeonísimo

El técnico argentino generó un proceso de renovación en el Guadalajara al darle oportunidad a muchos jóvenes. De manera especial, debutó a cuatro figuras claves en la era del Campeonísimo. Pero el lunes 5 de septiembre de 1955, presentó a la directiva su renuncia irrevocable al cargo y que la prensa confirmó dos días después. Esto, tras perder 2-1 con Atlas en el Clásico Tapatío de la Jornada 9 en Parque Oblatos, el domingo.

José María Casullo registró sólo un triunfo, cinco empates y tres derrotas en nueve partidos de la temporada 1955-1956. Con esos siete puntos acabó un ciclo de cuatro años que se truncó justo antes de poder recoger el éxito de su proceso. Murió en Argentina en 1969, cuando esa época dorada del Campeonísimo llegaba a su final.

Los número que dejó José María Casullo en Chivas

TemporadaTorneoJGEP
1951Copa México5311
1951-52Liga221345
1952Copa México8431
1952-53Liga221039
1953Copa México13625
1953-54Liga22949
1954Copa México9441
1954-55Liga221264
1955Copa México6501
1955-56Liga9153
5Totales138673239

José María Casullo sembró al Campeonísimo

El argentino sembró las bases que le permitieron al Guadalajara dar el salto, para conquistar su primer título un par de años después: 1957. Trofeo que acabó con el ostracismo del “Ya merito” y se convirtió en la era dorada del Campeonísimo. Pero no pudo cosechar los éxitos que se atrevió a plantar al debutar a cuatro de las leyendas más influyentes de la institución.

José María Casullo debutó nada menos que a la máxima leyenda de la institución: Salvador Reyes. Lo hizo jugar con sólo 16 años de edad en 1953 frente a León, para inmortalizaron como el más joven en hacer su presentación con la playera rojiblanca. Dio la oportunidad, también a Guillermo Sepúlveda, José Villegas y Crescencio Gutiérrez. Un cuarteto que se convirtió en la base del Campeonísimo.

El Tigre Sepúlveda debutó en la victoria 1-0 sobre América, el 17 de enero de 1954. En un partido de la temporada 1953-54. El Jamaicón, de acuerdo a unos tweets anecdóticos de Óscar Tagle, llegó al Guadalajara por el argentino. El post refirió: “Boludo, le gritó José María Casullo. ‘¿No quieres ser chiva?’ Y allí se quedó 16 años“. El Mellone Gutiérrez se estrenó en 1952 con la playera rojiblanca, bajo el mando del suramericano.

Chivas: Los técnicos con más victorias en partidos de Liga

EntrenadorJJJGJEJP
Javier de la Torre38619110392
Alberto Guerra36916411392
Ricardo Ferreti160694942
Arpad Fekete85482017
José María Casullo97452230

Casullo cerró su ciclo, para ser relevado por el aún jugador: Javier de la Torre. Un interinato que le permitió al Ingeniero debutar como entrenador y sellar su retiro como futbolista, para dedicarse al banquillo. Sería el encargado de coronar la época del Campeonísimo en Guadalajara y máximo ganador en la historia del club. Así, que con su salida, el argentino también le otorgó la primera oportunidad a otra de las máximas leyendas de la institución rojiblanca.

El sacrificio de Casullo por el que tenemos Clásico Nacional

Durante el ciclo de José María Casullo en el banquillo del Guadalajara, también comenzó a encarnizarse la rivalidad con el América. Duelo que ahora acapara la atención de toda la nación: el Clásico Nacional.

La anécdota del argentino con las Águilas data del miércoles 12 de mayo de 1954, cuando empataron 0-0 en el tiempo reglamentario de la Final de la Copa México. Durante la prórroga, Raúl Arellano (92′) adelantó a Chivas, pero José Santiago (110′ de penal) volvió a igualar las acciones.

El título del certamen se definió en una inolvidable tanda de penales. América ganó, después que Juan Jasso erró el tercer intento ante un novel portero Eduardo González Palmer, quien fue figura. La definición provocó una nueva bronca, luego de la que terminó con la expulsión del arquero Manuel Camacho (65′). El resultado de la segunda reyerta dejó al entrenador con las costillas rotas, esto de acuerdo a un relato en su perfil en wikipedia. Desde entonces, los enfrentamientos con las Águilas empezaron a calentarse de forma especial, hasta convertirse en el Clásico de México.

Casullo regresó a Guadalajara con el clásico rival para sufrir

José María Casullo fue contratado en la temporada 1956-57 por el club Atlas, su eterno rival de la ciudad de Guadalajara. En donde pudo presenciar desde la acera del frente como sus debutantes se consagraban como campeones, lo que no logró conquistar en cuatro años. El 20 de enero de 1957 se aprovechó de la resaca campeonil de las Chivas, para doblegarlos 0-2 con un doblete de Carlos González (1′ y 46′) en la Jornada 26 y última del torneo. Un triunfo que le sirvió de poco al quedarse en el sexto lugar y ser destituido de su cargo. Se mantuvo en suelo mexicano y dirigió al Morelia en su primera campaña en la Primera División, en 1957-58. Murió en Argentina en 1969, una década después de cerrar su experiencia en México y tras todo el éxito logrado por sus pupilos en el redil.