La afición del Club Deportivo Guadalajara es una de las que más interés tiene en el seguimiento de las Fuerzas Básicas. De allí surgen los talentos que luego formarán parte del primer equipo, con un fuerte vínculo de identificación para con los colores. Como parte de ese seguimiento, Armando González siempre fue un jugador que me deslumbró desde un principio.
Los sábados por la mañana, día habitual para las categorías juveniles, la Hormiga lideraba al Sub-23 que dirigía Pepe Meléndez. Partido a partido, como si fuera algo fácil, el delantero rojiblanco se encontraba con el gol y levantaba la mano para ser considerado en el primer equipo. Pero además de goles, demostraba una mentalidad y un compromiso superior a la media: también se generaba ocasiones a partir de su capacidad para presionar a defensas o porteros sin importar cuántos minutos iban de partido.
Entre sus goles más recordados en la cantera, está el que le marcó a Tigres UANL en El Volcán, para darle a Chivas Sub-23 el título de la categoría. A ese ritmo, la oportunidad con el primer equipo no tardó en llegar, pero hubo que esperar cierto tiempo para poder verlo brillar en Liga MX. Mientras tanto, cada vez que bajaba a Básicas, Hormigol aprovechaba la oportunidad: volvía a marcar, lideraba, corría como pocos.
Nada más era cuestión de tiempo para que los goles comenzaran a llegar con el primer equipo. Con la confianza en alza, el respaldo del cuerpo técnico y de sus propios compañeros, Armando González pudo explotar y convertirse en el mejor delantero mexicano del momento. A fuerza de goles, humildad y mentalidad ganadora, se ganó la convocatoria para la Selección Mexicana con tan sólo 22 años. No es descabellado pensar que si continúa así, pueda meterse en la lista definitiva de Javier Aguirre para el Mundial 2026.
Europa le espera: Chivas debe disfrutar a Armando González
Con 11 goles convertidos, la Hormiga llega a la última jornada del Apertura 2025 con serias chances de convertirse en campeón de goleo, un logro que sería la frutilla del postre a su gran temporada. Pero en el horizonte también está el objetivo de ser campeón con la playera del Rebaño Sagrado, la misma que defendió su padre tiempo atrás, también con un golazo al América como el de su propio hijo.
Cumpla o no con ese objetivo, parece claro que Chivas debe disfrutar ahora mismo de Armando González, ya que con 22 años y esas condiciones -que aún puede potenciar todavía más- parece inevitable que su destino no esté en el futbol europeo, donde ya hay sondeos a sabiendas de que su contrato expira en diciembre de 2026, aunque el Guadalajara seguramente haga lo imposible para renovarle. La Hormiga, más temprano que tarde, se sumará a la legión rojiblanca en Europa. Y bien merecido lo tendrá después del recorrido que hizo desde Básicas hasta el primer equipo y la Selección Mexicana.
