El partido de anoche entre México y Ecuador en el Estadio Akron no solo sirvió como preparación deportiva para la Selección Mexicana, sino también como una prueba clave para el inmueble rumbo al Mundial de 2026. Estos encuentros internacionales son utilizados por la FIFA y las autoridades locales para evaluar las condiciones del estadio, tanto en lo deportivo como en lo logístico, y ahí fue donde se presentó un problema que preocupa a muchos.
Si bien la prioridad en los últimos meses ha sido mejorar el sistema de drenaje del Estadio Akron —uno de los mejores del país actualmente—, hay aspectos que quedan fuera del control de la administración del inmueble, y uno de ellos son las vialidades y accesos que lo rodean. Este tema, que ha sido una queja constante entre los aficionados de Chivas, volvió a quedar en evidencia durante el encuentro de este martes.
Durante y después del partido, las calles cercanas al estadio colapsaron por completo, provocando un tráfico detenido a tan solo unos metros del inmueble. Muchos aficionados reportaron que tardaron más de una hora en salir o llegar, algo que, si se repite en el Mundial, podría generar caos en la logística del evento y afectar la experiencia de miles de aficionados internacionales.
De hecho, los seguidores de Chivas aseguran que esta situación es “normal” cada vez que hay partido, pues los accesos al estadio no fueron diseñados para soportar el flujo actual de vehículos. A pesar de los esfuerzos del club por coordinar la movilidad, el problema persiste y se agrava en encuentros de alto interés o con presencia de Selección Mexicana.
El Estadio Akron albergará dos partidos de repechaje en marzo de 2026, los cuales serán la última gran prueba antes del Mundial. Ahí se podrá evaluar si las vialidades reciben mejoras o si el tráfico volverá a ser un dolor de cabeza para organizadores, equipos y aficionados por igual.