La playera oscura que Chivas implementó para este 2019 no ha calado nada bien dentro de la afición rojiblanca y luego de los resultados obtenidos en el comienzo de este semestre en la Liga MX al portarla, no parece cuestión de casualidad toda esa animadversión.

El Rebaño Sagrado visitó el sábado el Estadio Hidalgo con el requerimiento del circuito mexicano de utilizar su tercera equipación para enfrentar a los Tuzos. El resultado fue un desorden defensivo que cedió tres goles a un rival bastante efectivo e implacable.

A los entrenados por José Saturnino Cardozo, coincidencialmente, no les ha ido nada bien en los compromisos disputados con esta playera de azul muy oscuro y la calavera de chivo en rojo, que tanto impacto ha causado.

El inesperado empate 3-3 en Aguascalientes ante Necaxa, también por desatenciones defensivas, se sumó a la caída 1-0 ante Santos Laguna. Son siete goles cedidos en tres partidos para una de las zagas más destacadas en este Torneo Clausura 2019.

Chivas, cuando utiliza su tradicional rojiblanco en la Liga MX, exhibe un registro de cuatro victorias y un empate, con siete goles marcados y ninguno permitido. Es un cambio del cielo a la tierra, no solo en resultado, sino también en rendimiento.

El fanático mexicano es especialmente supersticioso, pero la estadística asociada a las visitas del Rebaño Sagrado con el uniforme alternativo, ha causado espanto y brinco dentro de los seguidores del club Guadalajara, pero apenas es el comienzo. ¿La seguirán utilizando?