Hay que decirlo con todas las letras: Chivas de Guadalajara regaló los primeros 45 minutos de juego ante Monterrey, equipo que no tuvo problemas para irse al descanso con una ventaja parcial de 2-0.

Y es que no hubo ninguna diferencia entre jugadores y aficionados del Rebaño Sagrado, pues todos fueron espectadores del recital de largas posesiones que protagonizó el equipo de Fernando Ortiz.

Pero aunque la actitud y la intensidad con la que salió Chivas de Guadalajara al campo de juego es bastante cuestionable, lo cierto es que el primera parte se perdió incluso antes de iniciar el partido…

Todo parte de una lectura equivocada de Veljko Paunovic. El serbio presentó un mediocampo con solo dos volantes de contención, algo que fue insuficiente ante la agresiva propuesta del conjunto visitante.

Rayados siempre encontró espacios para jugar a espaldas de Fernando Beltrán y Fernando González, especialmente por la capacidad de Sergio Canales para establecer sociedades en espacio reducido.

El español contó con la compañía de Jordi Cortizo, quien tuvo la libertad para moverse por el centro y generar esa superioridad numérica que tanto daño le hizo a Chivas durante los primeros 45 minutos.

Y todo esto contó con la presencia de Rogelio Funes Mori referenciando a los centrales rojiblancos, mostrándose como opción de pase para combinar en el borde del área y profundizar el juego de Rayados.

Paunovic no esperaba que el juego se desarrollara en el centro del campo y presentó un equipo en desventaja que siempre corrió detrás del balón, una oportunidad que Monterrey no dejó escapar.