Las Chivas de Guadalajara siguen sin poder ganar en el Clausura 2024. Después de tres jornadas disputadas, el Rebaño acumula sólo dos unidades, producto de dos empates y una derrota. Igual, da la sensación de que el equipo hizo méritos para tener algo más, aunque en el futbol con eso no alcanza. La efectividad es el principal problema del conjunto rojiblanco.

En el duelo correspondiente a la tercera jornada, Chivas mostró dos caras muy distintas la una de la otra. La primera mitad fue de lo peor en la etapa comandada por Fernando Gago, quien tomó nota y realizó tres modificaciones al descanso. Con nuevos nombres y una estructura también renovada, el Rebaño sí que lució mucho mejor y generó muchas ocasiones que pudieron darle los tres puntos.

Principalmente, hubo un detalle táctico que sirvió para cambirale la cara a Chivas y darle otra peligrosidad a los ataques. Desde hace un tiempo, el equipo necesita que Roberto Alvarado, uno de sus mejores jugadores, intervanga más y mejor en los metros finales. La banda derecha puede ser un punto de partida, pero si el Piojo se queda estancado allí, hay menos chances de que el Rebaño se asocie por dentro, supere las líneas del rival y genere peligro.

Aquí analizamos cómo Gago ajustó desde la pizarra en la segunda mitad ante los Xolos. ¿Veremos con más frecuencia a Alvarado por el carril central?

La disposición original de Chivas: 4-3-3 clásico

Chivas salió al campo de juego del Estadio Caliente con los mismos once que habían sido titulares en la visita a Tigres UANL, donde el equipo jugó un buen partido a pesar de la derrota. Sin embargo, el campo de juego no ayudó a la idea de tenencia del balón; hubo errores forzados, mucha rigidez posicional con ese 4-3-3 y poco peligro de cara al arco rival. El retroceso, además, fue un problema, principalmente por el lado de Mateo Chávez.

Chivas en ataque: poca sorpresa y mucha rigidez

El primer tiempo del Rebaño no fue nada bueno. Apenas si se inquietó la portería rival. Hubo muchas pérdidas de balón que tomaron al equipo mal parado. El campo de juego también fue un obstáculo, pero el libreto de Gago se quedó corto para lastimar a los Xolos. Uno de los principales problemas fue que Roberto Alvarado, el jugador más creativo y habilidoso de Chivas, pasó mucho tiempo esperando la pelota pegado sobre la raya, Desde allí, a pesar de asociarse con Mozo, el arco le quedó lejos y pudo generar poco peligro.

Piojo Alvarado por dentro: la solución que puede encontrar Gago para que Chivas sea un equipo más peligroso en ataque

En la segunda mitad, se dieron tres modificaciones y Chivas se paró de otra manera en el campo de juego. Principalmente, José Castillo estuvo más contenido que Mateo Chávez, quien por momentos pisaba las mismas zonas que Pavel Pérez. Con el ex Pachuca casi como un tercer central, Pavel se pegó a la raya por izquierda y Alan Mozo lo hizo por derecha. Esto hizo que el Piojo Alvarado gravitara en carril central, haciéndose cargo de varios ataques y juntándose con Cade Cowell, quien le imprimió otra velocidad y otra amenaza al equipo rojiblanco.

La disposición de Chivas en el segundo tiempo

Mozo y Pavel dan amplitud; Castillo se queda para custodiar a Blanco; Piojo Alvarado ejerce por dentro, por detrás de Cowell. Chivas tuvo un ataque asimétrico en la segunda mitad y fluyó mucho mejor.