Oswaldo Alanís, defensor de las Chivas de Guadalajara, se incorporará el lunes a los entrenamientos de la pretemporadaen su regreso como refuerzo, después de solo un año en España y extenderá su relación de odio-amor con el club rojiblanco.
El espigado central, de 30 años de edad y uno de los promotores de la abolición del “pacto de caballeros” en la Liga MX, será presentado de manera formal la semana entrante en el Rebaño Sagrado para culminar los problemas que generaron la salida del michoacano al futbol español, una aventura que acabó en apenas una temporada.
Las fricciones entre las partes comenzaron al final de 2017, durante la pretemporada para el Clausura 2018, cuando Alanís reveló a la directiva su deseo de no renovar su contrato que finalizaba tras ese próximo certamen ycon la intención de experimentar en Europa. La directiva se negó y le ofreció una renovación sin aumento de sueldo y un pacto a corto plazo. La intención era que si se iba al exterior, tendría que ser vendido.
El alto mando rojiblanco en represalia y como medida de presión para obligar al defensor a firmar, lo envió a entrenar con las Fuerzas Básicas, por lo quequedó prácticamente borrado del primer equipo con la aprobación del entonces técnico Matías Almeyda. La guerra fría se desató. Alanís guardó silencio y aguantó estoico los golpes bajos hasta que apareció Jorge Vergara para permitir su salida y lo hizo tras conquistarel titulo de la Liga deCampeones de la Concacaf. Su destino estaba en elGetafede España.
Los planes del defensor no salieron conforme a lo presupuestado y al no ser considerado con el club del barrio madrileñoterminó jugando en elReal Oviedode la Segunda División. Solo un año después regresa para ser pilar del proyecto deportivo rojiblanco ante la baja del ex capitán Jair Pereira, último vestigio del paso de Almeyda por Verde Valle.