Las Chivas de Guadalajara están llevando a cabo una ilusionante pretemporada. Desde la llegada de Gabriel Milito a la conducción técnica, poco a poco la afición parece recuperar la esperanza en poder hacer un buen Apertura 2025. En los primeros amistosos se nota un estilo definido y los propios jugadores han manifestado su entusiasmo por el trabajo realizado.
Primero fue una intensa parte física en Barra Navidad para poner a punto a la plantilla físicamente. Luego llegaron los amistosos, con resultados satisfactorios y algunos detalles de lo que pretende el nuevo cuerpo técnico. Guadalajara se alzó con la Copa Morelos y la Copa por el Bienestar. En Rebaño Pasión analizamos las primeras claves tácticas de este nuevo ciclo.
Salida desde el fondo, superioridad y mucha posesión
Tal y como se esperaba, uno de los primeros aspectos que está dejando en claro Gabriel Milito es que quiere ver un equipo protagonista desde la posesión del balón. Esta idea es llevada adelante a partir de una línea de tres centrales y un portero (Óscar Whalley) que también se involucra en la construcción del juego e intenta poner calma cuando la situación lo amerita.
El hecho de que Luis Romo haya jugado todos los partidos como líbero puede ser un primer indicio de lo que se verá en el Apertura 2025. El ex de Cruz Azul cuenta con liderazgo, visión y rango de pase para organizar el juego desde atrás. Los zagueros, Daniel Aguirre y Miguel Tapias, han sido sus acompañantes, con la particularidad de que más de una vez se desdoblan para incorporarse al ataque. Y todavía falta ver en acción al nuevo fichaje, Diego Campillo.
Presión tras pérdida: Milito apuesta por un equipo intenso
Otro rasgo que ha caracterizado a las Chivas en esta pretemporada ha sido la intensidad. Aunque se tratase de juegos amistosos, Milito supo transmitir la mentalidad que pretende: la de un equipo comprometido en todo momento, que no regala nada y se esfuerza para intentar recuperar el balón lo antes posible.
Esta propuesta ha sido bien recibida por la afición, que en los últimos torneos sufrió al ver muy seguido un equipo cauteloso, que esperaba en propio campo y elegía cerrar espacios. En contrapartida, estas Chivas meten mucho más la pierna y dan muestra de una buena preparación física, ya que tras realizar posesiones largas, arrincona a sus rivales y los asfixia de inmediato al momento de perder el balón.
Amplitud en los carrileros y muchas opciones por dentro
Es un hecho que en estas Chivas será difícil ver a extremos jugar como tales. En la pizarra de Milito, las bandas son para los carrileros -habitualmente Alan Mozo y Miguel Gómez, a la espera de Bryan González-. A partir de ahí, como explicó Omar Govea en Chivas TV, se forma una especie de cuadrado en mediocampo con el doble pivote + una doble pareja de mediapuntas por detrás del centrodelantero.
El juvenil Santiago Sandoval ha sido una grata noticia en esta pretemporada, apareciendo en los espacios libres que dejaban las presiones de los rivales, además de desnivelar con regates o conducciones. Incluso al centrodelantero Alan Pulido se lo vio con mucha libertad para bajar en apoyo o caer hacia banda, con tal de sumar una opción más de pase.
Las variantes en la plantilla pueden potenciar la idea
Algo que también ilusiona es la cantidad de opciones con las que contará Gabriel Milito en su plantilla. Esta vez, a diferencia de campañas anteriores, parece haber muchas alternativas para cada puesto. Por ejemplo, en defensa pueden sumarse Campillo, Castillo o el Tiba Sepúlveda; Richy Ledezma, uno de los fichajes, puede actuar como carrilero o en el doble pivote.
Y de mitad de campo hacia adelante, Milito contará con numerosas opciones. A lo visto en la pretemporada falta que se le sumen más minutos de Hugo Camberos o Yael Padilla, y ni qué hablar de los regresos de Roberto Alvarado y Efraín Álvarez. En el puesto de centrodelantero, Teun Wilke y Armando González han podido convertir, por lo que el único que todavía no lo hizo es Chicharito Hernández.