La salida de Jesús Orozco Chiquete de Chivas rumbo a Cruz Azul fue una de las más polémicas de los últimos años. El Rebaño Sagrado no quería dejar ir a uno de sus defensores más sólidos, pero el jugador se sintió traicionado luego de que el club rechazara ofertas de Europa por él. Finalmente, su llegada a la Máquina se dio por la vía de la cláusula de rescisión, cerca de 10 millones de dólares, una cifra que hizo innecesaria cualquier negociación entre todas las partes involucradas.
“Me llega la oferta en verano, con toda la ilusión de querer salir, crecer. Sí, la verdad me sentí muy traicionado, me dolió mucho porque era un sueño que yo tenía, una ilusión”, declaró en su momento el defensor.
Aunque el enojo de Chiquete con la directiva rojiblanca fue evidente, su decisión de ir a Cruz Azul estuvo motivada por la promesa de facilitar su salida al futbol europeo. Sin embargo, desde el primer momento, eso se veía complicado: la Máquina había pagado una cantidad muy alta por él, difícilmente igualable por un club europeo de primer o incluso segundo nivel, lo que desde el inicio cerró la puerta que el jugador más deseaba abrir.
Hoy, el panorama es distinto a lo que Chiquete imaginaba. Con Cruz Azul ha perdido protagonismo en la cancha y los minutos se han reducido, lo que ha hecho que la posibilidad de llegar a Europa se vea cada vez más lejana. Y cuando parecía que un regreso a Chivas podía ser una opción real, la Máquina presentó su nueva colección de playeras y Chiquete fue uno de los principales modelos que dieron pistas de su futuro, pues normalmente, los clubes evitan poner en campaña a jugadores que están próximos a salir, por lo que este detalle manda un mensaje claro.
Todo indica que, por ahora, ni regreso a Chivas ni salida a Europa. Cruz Azul sigue contemplando a Jesús Orozco Chiquete en su proyecto, pero al mismo tiempo no le está dando los minutos suficientes para mostrarse, competir por Selección Mexicana o reconstruir su camino hacia un futuro europeo.
Chivas debe evitar repetir la historia de Chiquete con Hugo Camberos
Este caso deja un aprendizaje importante para Chivas. La situación con Chiquete y el Anderlecht se parece mucho a la de Hugo Camberos y el Brujas, donde el Rebaño sostuvo cifras elevadas que los equipos europeos no estaban dispuestos a pagar. Chivas no debe regalar jugadores, pero tampoco puede poner precios que saquen a sus futbolistas del mercado internacional, especialmente si su discurso es promover talento mexicano al más alto nivel.
“Al final deciden que no, porque querían la cláusula de putazo, en un solo pago, y el equipo mandó tres ofertas. La primera de 3.5, la segunda 3.8 y la última fueron como 4.5 y un porcentaje de futura venta, que empezaron con el 10 y terminaron con el 20, pero no quisieron”, concluyó Chiquete.
