Si las Chivas de Guadalajara derrotaron por 2-1 a Pumas en condición de visitante, es debido a que en la última jugada del partido, el lateral izquierdo colombiano, Álvaro Angulo, estrelló un penal en el travesaño. El conjunto local tuvo una chance inmejorable para rescatar un empate, tras un polémico cobro del árbitro Daniel Quintero Huitrón.
En los últimos instantes del tiempo agregado, cuando Pumas iba a la desesperada, un centro que buscó ser al área terminó siendo fácilmente controlado por Raúl Rangel. Sin embargo, todo el conjunto local pidió penal por una falta de Gilberto Sepúlveda. El árbitro fue llamado por el VAR para revisar la jugada y convalidó la infracción: el Tiba quedaba nuevamente en la mira de la afición rojiblanca.
Sin embargo, Álvaro Angulo no pudo cambiar el penal por gol. Quizás el Tala Rangel le ganó el juego mental, pues se alcanzó a ver que el portero rojiblanco hizo lo suyo para desconcentrar al pateador. Tras el fallo, Quintero marcó el final del encuentro. “Justicia divina”, dijeron en redes sociales, pues la gran mayoría consideró que el penal para Pumas no estuvo bien sancionado.
En las repeticiones, no llega a verse un contacto del Tiba Sepúlveda que justifique la gran caída del futbolista local, que exageró y convenció al árbitro más allá de que ni el balón iba hacia allí ni pareció haber un uso de la fuerza desmedido.
Otro penal casi frustra al Guadalajara
En este torneo, los penales en contra han sido un karma para el Guadalajara, a tal punto de que en las primeras cinco jornadas recibió la misma cantidad de penales, afectando seriamente su capacidad de puntuar en el inicio de certamen. Lo cierto es que varias de esas sanciones fueron polémicas, al igual que la última frente a Pumas, que por fortuna para el Rebaño no lo privó de la victoria.