Chivas y Cruz Azul poseen historias épicas que los han llevado a ser considerados grandes. Jair Pereira tuvo el privilegio de poder jugar para ambos equipos, donde pudo constatar las marcadas diferencias entre ambas instituciones.

El Comandantedebutó como titular en Primera División con La Máquina en duelo contra el Pachuca en el Estadio Hidalgo el 3 de agosto de 2011. Para el 12 de diciembre de 2013 se oficializa su fichaje al Guadalajara, a cambio de 3 millones de dólares, donde se consagró como futbolista.

Así sintió la presión en Cruz Azul

El exjugador de 37 años de edad sufrió en carne propia la presión por la urgencia de títulos en los dos equipos, pues ambos atravesaban sequías prolongadas cuando defendió sus colores. Sin embargo, con los celestes no pudo cortar esa mala racha.

“Me tocó precisamente las dos partes. Con Cruz Azul me tocó que llevaba años sin campeonar y siempre ha tenido una afición muy fiel, que eso es lo que siempre hay que reconocerle. Si bien, uno como jugador siempre aspiraba a un título y la gente te lo recriminaba cuando no lo conseguías, Cruz Azul también era un equipo mediático en la capital”, comentó al periódico Esto Jair sobre su estadía en el club celeste.

Pereira sintió mayor presión con Chivas

En cambio, con el Rebaño Sagrado, el defensor sí pudo ayudar a la institución cuando en 2017 conquistó el primer cetro para los tapatíos en 11 años de la mano de Matías Almeyda.

“En la cuestión de Chivas, la presión crece aún más por la cantidad de aficionados que tiene el equipo y más hoy en día que te reclaman por redes sociales. Entonces siempre hay esa presión de no hacer bien tu trabajo o de no tener los resultados que tú también te propones”, comparó.