Tal y como sucedió hace algunos meses atrás, cuando comenzó su etapa como entrenador de Chivas, parece que Fernando Gago deberá sortear otro complicado inicio de torneo. Al menos eso dicen sus primeras dos presentaciones en el Apertura 2024, donde no pudo doblegar al Toluca como local y perdió por 4-2 en su visita a Tijuana.

Si la falta de creatividad ofensiva había sido un llamado de atención en el empate sin goles ante los Diablos Rojos, ahora la preocupación se acentúa tras la dura caída ante los Xolos en el Estadio Caliente. Chivas tuvo algunos buenos pasajes, pero pagó caro los errores y no pudo golpear cuando era necesario.

La superioridad de Tijuana fue evidente durante gran parte del encuentro, principalmente después de abrir el marcador. Juan Carlos Osorio la planteó un encuentro muy difícil al Rebaño, con una presión hombre a hombre muy alta. Chivas no pudo salir con el balón jugado y entró en el ritmo de partido que quería el conjunto local, con mucho ida y vuelta.

La presión de Tijuana vs. Chivas

El Profe Osorio buscó desnaturalizar a Chivas: no dejarle tener el balón con comodidad para marcar el ritmo de partido. Por eso presionó a sus dos centrales con dos delanteros, tapó al Guti con un mediapunta -Reynoso- y también puso dos extremos para fijar a los laterales -Mozo y Castillo-.

Todo esto, respaldado por dos contenciones sobre los interiores rojiblancos, mientras que en el fondo Xolos asumió el riesgo de defender hombre a hombre: tres zagueros contra los tres delanteros rojiblancos.

Presión alta para obligar juego directo

Pocho Guzmán por Cisneros: ¿Gago equivocó la respuesta?

Chivas no pudo progresar con comodidad y se repitió en envíos largos o pérdidas en campo propio. Tijuana, además, dejó mucha gente para los contragolpes. Fernando Gago realizó una variante en el primer tiempo: el ingreso de Víctor Guzmán por Carlos Cisneros, para que el Piojo Alvarado regresara a la banda derecha.

Sin embargo, esto le permitió a Tijuana continuar con sus marcajes en campo rival sin dar tiempo al Rebaño para organizar ataque. Una posible respuesta pudo estar en sacrificar un delantero para sumar un mediocampista y allí encontrar superioridad numérica ante el esquema rival que dejaba tres centrales.

Aún así, los sorpresivos cambios de Osorio en el entretiempo también perjudicaron a su equipo, pues cedieron algunos metros y Chivas pudo hilvanar ocasiones de gol. De hecho, las dos posiciones adelantadas de Chicharito Hernández pudieron cambiar la historia.