La incertidumbre sobre la sede de Chivas en una eventual Liguilla del Clausura 2026 abre un escenario que ya empieza a generar comparaciones. Mientras el Estadio Akron deberá ser entregado a la FIFA con antelación por el Mundial 2026, en Guadalajara surge una pregunta inevitable: ¿debería el Rebaño seguir el camino que ya comenzó a trazar Rayados de Monterrey?
La directiva de Monterrey, que también tendrá que ceder el Estadio BBVA para los trabajos mundialistas, reconoció públicamente que mantiene conversaciones con la Liga MX para encontrar flexibilidad en el calendario. “Rayados debe entregar el estadio el 14 de mayo; esperamos flexibilidad y poder jugar en casa la Liguilla del Clausura 2026”, fue la postura que encendió el debate y marcó un precedente importante.
En el caso de Chivas, la situación es similar, aunque hasta ahora no se ha hecho público un pedido formal. La fase final del torneo coincidiría con el periodo en el que la FIFA ya tendría control del Estadio Akron, lo que obligaría al club rojiblanco a buscar una sede alterna si no hay ajustes de calendario o excepciones especiales.
Por eso, la comparación con Rayados resulta inevitable. Si en Monterrey ya se habla de negociaciones para preservar la localía en la Liguilla, en Verde Valle podría surgir el mismo reclamo ante la Liga MX, con el argumento deportivo y económico de no perder la ventaja de jugar en casa en la instancia más importante del torneo. Un pedido que, de prosperar, podría marcar un antecedente clave de cara al Clausura 2026.
