Ramón Morales es una voz autorizada para hablar de las Chivas de Guadalajara, pues su paso por el equipo fue triunfador de principio a fin, ya que fue campeón en el 2006 y siempre procuró fomentar su profesionalismo dentro y fuera de las canchas a las nuevas generaciones.
Como uno de los capitanes más queridos del pasado reciente del Rebaño Sagrado, el “Moncho” Morales recordó para Chivas TV cómo fue su paso por elequipo tapatío donde se hizo de un lugar en la institución por su gran talento, pero también por la humildad que siempre lo ha caracterizado, aún en el retiro.
En este sentido, Ramón Morales explicó lo que debe significar para los futbolistas portar la camiseta de las Chivas de Guadalajara: “Quería tanto al equipo que siempre intenté y busqué lo mejor para el equipo, entonces siempre tuve la oportunidad de hablar con los jóvenes que tienes que ser o buscar ser siempre un ejemplo. El futbolista siempre ejerce dentro del terreno de juego su profesión, pero cuando sale lo que lo hace grande es el aficionado y ese aficionado de Chivas que te ve en la calle y te pide una foto o un autógrafo, cómo tu y cómo yo a lo mejor tiene algún problema y por 10 segundos le hiciste olvidarlo, y eso es lo maravilloso que tiene Chivas”.
El paso de Ramón Morales por Chivas
El zurdo y talentoso volante llegó a Chivas en 1999 cuando salió de Monterrey para cumplir su sueño de jugar con el equipo rojiblanco, club del que siempre fue fan al igual que toda su familia oriunda de La Piedad Michoacán, por lo cual de inmediato se identificó con los colores y aportó su granito de arena para hacer más grande a la institución rojiblanca: “Si volviera a nacer seguiría siendo Chiva, por supuesto”, comentó “Ramoncito”, que fue un apodo que recibió simplemente por su estatura.
Morales Higuera jugó con Chivas 10 años, hasta el 2009 cuando salió del equipo para unirse a Estudiantes Tecos. Su calidad le valió para ser llamado a la Selección Mexicana en dos Mundiales 2002 y 2006. También jugó con el Tri la Copa América del 2001, 2004, 2007 y la Copa Confederaciones del 2005.
Además fue parte de la histórica goleada a Boca Juniors 4-0 en la Copa Libertadores del 2005 y probó las mieles de la derrota con la Final perdida en el 2004 frente a los Pumas de la UNAM, dirigidos por Hugo Sánchez.
Llegó a la cúspide con el Rebaño Sagrado en el 2006, cuando lograron el título ante Toluca en el Apertura 2006.
“Cuando te pones esta playera, aunque ha cambiado con el tiempo, te da cuenta tiene un significado muy especial y muy grande porque ha pasado mucha gente que la ha hecho grande y te trasladas a cuando eras niño o que eras un aficionado”, explicó Ramón Morales en la entrevista a Chivas TV.