La pausa por la Fecha FIFA llega en un momento clave para Chivas. Tras caer en casa 1-2 ante Cruz Azul, el Rebaño se marcha al receso ubicado en el fondo de la tabla, con apenas cuatro puntos, un partido pendiente y la sensación de que el equipo de Gabriel Milito juega mejor de lo que reflejan las posiciones. Una realidad incómoda para un club obligado a ser protagonista en la Liga MX.
El trámite contra la Máquina Cementera repitió el guion que ya se ha vuelto una costumbre en este Apertura 2025: Chivas llevó la iniciativa, tuvo la pelota y buscó proponer, pero careció de contundencia frente al arco rival. Cruz Azul, en cambio, supo pegar en los momentos justos y llevarse un triunfo con eficiencia quirúrgica. El resultado expone la principal contradicción rojiblanca: domina los partidos, pero no transforma ese control en victorias.
Un modelo definido pero con grietas
Milito ha insistido en su sistema de tres centrales, con carrileros largos y mucha gente por dentro para tener el balón. Los datos lo respaldan: Chivas promedia un 59% de posesión por partido, más de 70 pases progresivos y alrededor de 60 apariciones en el último tercio rival por partido. Es decir, el equipo tiene claro cómo instalarse arriba. Sin embargo, el rendimiento ofensivo se estanca: 13 tiros por encuentro, 1.39 goles esperados, y una media real de apenas 1.5 tantos. El equipo convierte lo justo, sin superar lo que genera.
En defensa, en cambio, la fragilidad es evidente. Con casi 200 duelos por partido y solo un 24% de éxito, Guadalajara muestra un déficit preocupante en competitividad física y solidez al recuperar. Cuando pierde el balón, sufre más de la cuenta y los rivales aprovechan esas grietas para golpear en momentos decisivos.
Entre refuerzos y esperanza
La directiva rojiblanca ha intentado corregir el rumbo con incorporaciones jóvenes y prometedoras como Efraín Álvarez, Richard Ledezma, Bryan González y el regreso de Diego Campillo. Estas piezas se han adaptado rápido al plantel, aportando la frescura y la profundidad que se necesita. Todos ellos pueden ser considerados como titulares habituales con Gabriel Milito.
El receso como oportunidad
El empate heroico ante Tijuana, la caída frente a Cruz Azul y las derrotas previas dejan al equipo tocado pero no hundido. Este receso llega como una oportunidad para ajustar la puntería, recomponer la confianza y encontrar solidez en la retaguardia.
El torneo todavía ofrece margen, pero la paciencia no es eterna: Chivas necesita convertir dominio en victorias si no quiere que el Apertura 2025 se le escape demasiado pronto. Y su próxima parada, como si fuera poco, será el Estadio Azteca para visitar al América en el Clásico Nacional.